martes, enero 09, 2018

A 90 años de “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos Mariátegui



Este 2018 el libro “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos Mariátegui cumple 90 años de su publicación.

José Carlos Mariátegui fue un marxista peruano heterodoxo. Fue periodista, alcanzarrejones (portapliegos), poeta del “decadentismo”, ensayista y activista del Perú. Publicó en 1928 el más importante texto del marxismo en América Latina 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.
Incorporó en una síntesis fascinante el cosmpolitismo con el indigenismo. Es el pensador marxista más original de América Latina. Desde muy pequeño tuvo un incidente de salud lo que le llevó a estar cojo. Cuando periodista fue obligado a un autoexilio a Europa por el presidente Agusto B. Leguía. Mariátegui no era sólo un intelectual. Era un militante marxista.
Cercano a Benedetto Croce, vivió en Italia y estuvo presente en las reuniones del Ordine Nuovo, fracción dirigida por Antonio Gramsci, del Partido Comunista de Italia. Vivió de cerca la rebelión de los consejos obreros de Turín. Volvió a Perú en 1923 con el objetivo de poner en pié una organización marxista.
Mariateguí era un heterodoxo y ello le llevó a distanciarse del marxismo estalinista de su tiempo y de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Reivindicaba el papel del mito en el marxismo, en especial por su lectura de G. Sorel y pensaba que el indígena peruano era un factor y un elemento a favor de la construcción del socialismo en su país, a diferencia de la III Comunista (ya estalinizada).
Mariátegui pensaba que en Perú se debía luchar por el socialismo y no por una revolución nacional antimperialista (revolución por etapas). Así mismo, tenía una formidable pasión por la literatura de vanguardia como el surrealismo ante la predominancia del realismo socialista.
Estas divergencias le llevaron a polemizar con la Internacional Comunista, cuestionando los resolutivos del VI Congreso, en especial durante el Congreso constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, celebrado en Montevideo, por intermediación de Hugo Pesce, y con la APRA de Víctor Raúl Haya de la Torre con quien había simpatizado con anterioridad.
Los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana constituyen su obra cumbre. Publicados originalmente en la revista Amauta, representan el más brillante análisis de Perú. Divididos en los siguientes capítulos, Esquema de la evolución económica, El problema del indio, El problema de la tierra, El proceso de la instrucción pública, El factor religioso, Regionalismo y centralismo, El proceso de la literatura, Mariátegui analiza de modo multifactorial. De todos los posibles temas a analizar de dicho texto retomamos uno: comunalidad indígena.
Anibal Quijano fue quien usó el pensamiento de Mariátegui para sostener que en América Latina existe una colonialidad del poder. Eso significa que las élites dominantes son en esencia racistas, coloniales, eurocéntricas y que para pensar la emancipación se requiere un giro decolonial. El problema con la idea “decolonial” de Quijano es que considera que la decolonización es un acto teórico, a diferencia de Mariátegui: para el Amauta es un hecho de la lucha de clases.
Hoy es muy famosa la idea de la descolonización entre los intelectuales y la academia. Pero la descolonización es y será un acto de la lucha de clases y no es un acto cognitivo o epistemológico.
Otro elemento fascinante de la obra de Mariátegui es el de la cuestión del indio. En su ensayo resalta que Perú en 1920 convivían mútiples tiempos históricos: uno de ellos (la costa) claramente capitalista, la sierra con fuerte peso del gamonalismo (con rasgos feudales), y otro precapitalista en el que pervivieron las formas de organización indígena.
Para Mariátegui, las formas comunales de los incas eran un elemento favorable para la construcción del socialismo y no un problema: destaca que los indígenas peruanos al no conocer la propiedad privada sino el trabajo comunitario, la solidaridad y el trabajo colectivo podrían estar más cercanos a la idea del socialismo que del capitalismo.
Llegó a plantear que las zonas indígenas y sus tradiciones tenían rasgos anticapitalistas: por el régimen comunitario de propiedad, por la forma solidaria de trabajo, por la relación de los indios con la naturaleza y por la solidaridad frente al colonizador.
Mariátegui no quería una vuelta al pasado: buscaba retomar los aspectos anticapitalistas de los pueblos indígenas para vincularlos a la estrategia socialista y aliarlos con las zonas urbanas. Si bien podría romantizar la historia incaica, lo que no es negativo en sí mismo como ha insistido una y otra vez Michael Lowy, a 90 años de la publicación de 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana podemos decir que es una obra clave para una nueva generación de militantes socialistas en este nuevo Siglo XXI.

Sergio Abraham Méndez Moissen
México @SergioMoissens

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