Continúan las investigaciones por casos de pedofilia dentro de la Iglesia Católica.
En los últimos días, la policía de Irlanda, en donde se encuentra la sede central de la congregación católica “Christian Brothers”, decidió interceder en los casos de abuso denunciados en el colegio de elite Cardenal Newman, situado en San Isidro y a cargo de aquel grupo, por donde pasaron varias figuras del actual gobierno, incluido el titular de Trabajo Jorge Triaca, el ex ministro Prat Gay y el presidente Mauricio Macri.
El caso es denunciado por un ex alumno, Rufino Varela, quien recibió una respuesta de la justicia únicamente desde Irlanda. Tras el llamado del propio Papa Francisco, pidiendo disculpas, aumentaron la cantidad de denuncias entre sus compañeros, llegando a un total de 22. Las acusaciones recaen tanto sobre el capellán Finnlugh Mac Conastair, por el vejamen cometido hacia Varela, como sobre los "Christian Brothers" en general, por posibles abusos y efectivo encubrimiento.
Los casos de abusos de menores no son sorpresa en esta congregación: alrededor de 400 sacerdotes en Irlanda y 280 en Australia fueron condenados por abuso sexual de menores (Perfil, 27/06/2017)
Tras haberse realizado las denuncias –que implican a quien fue el director durante 18 años de la institución, el sacerdote John Burke–, lo único que le otorgó el colegio a las víctimas fueron sus disculpas públicas.
El propio Macri ha dado a conocer su testimonio respecto a la educación que se otorga en ese colegio: "Un colegio con una disciplina muy severa. Con curas que tenían mucha personalidad. Y el estilo de conducción de los curas unía a los alumnos. Se unían para protegerse (...) Hasta que los padres de los alumnos empezaron a ponerse más pesados con el tema, en la primaria los curas te fajaban. Te ponían un roscazo que te sacan por la ventana. O te daban un reglazo en la mano" (cita del libro La educación de los que influyen, de Luciana Vázquez, en Perfil, 14/11/15). Aun así, tras dar a conocer sus experiencias y sin darle el mínimo de condena a las mismas, en noviembre del 2016 asistió a una cena de la institución con el propio Burke.
Este caso se suma a la nueva denuncia que le explotó en las últimas horas a la Iglesia Católica: el australiano George Pell, actual encargado de las finanzas del Estado Vaticano, fue acusado en su país de origen por abuso sexual infantil y deberá enfrentar los cargos. Algo que no es sorpresa para el clero: el Papa Francisco, quien dice luchar contra los pedófilos, había promovido a Pell con pleno conocimiento de que existían estas denuncias.
Como hemos señalado en anteriores notas en Prensa Obrera –incluyendo una entrevista a Emiliano Fittipaldi, gran investigador de los negocios económicos y del encubrimiento del Vaticano a los curas abusadores–, la Iglesia Católica deliberadamente encubre y protege a los curas que torturan y violan, y cuenta para esto con la plena protección del Estado.
El caso del colegio Newman vuelve a dar una muestra de esto: tras haber sido condenados 680 sacerdotes de los "Christian Brothers", el Vaticano sigue permitiendo la existencia de la congregación. Es lo que ya había expuesto el caso del Instituto Próvolo: uno de los imputados, Nicola Corradi, ya había sido denunciado por abusos en Italia, desde donde fue trasladado al instituto mendocino, en el que continuó abusando de decenas de niños sordomudos.
Exigimos justicia para las víctimas, el juicio y castigo para los curas abusadores y todos sus encubridores y la separación de la Iglesia del Estado.
Pato Lourdes
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