domingo, enero 24, 2016

Ettore Scola, un clásico del cine italiano



Nació el 10 de mayo de 1931 en Trevico, cerca de Nápoles, y criado en Roma, su primer trabajo fue de guionista en la industria, justamente de maestros de la comedia como Dino Risi para quien escribió La escapada (1962), entre otros libretos.

Sin embargo su consagración se dio con Un día particular (1977). Protagonizada por la pareja más representativa del cine italiano, Marcello Mastroianni y Sofía Loren. El día particular es la visita de Hitler a Roma, el 6 de mayo de 1938. Antonietta, la mujer de un militante fascista que se quedó sola porque su marido se había ido al encuentro entre Hitler y Mussolini con toda su familia.
El otro solitario, era Mastroianni en el papel de Gabrielle, un periodista homosexual que espera que la policía vaya a buscarlo. En un ambiente de opresión, en un edificio vacío ya que todos habían ido al acto fascista, surgió un amor solidario y fugaz, entre ambos.
Usó para este filme un solo decorado, algo que utilizaría en otras películas como La terraza y El baile, una particular película muda de los 80, y La familia (1986).
También en el film donde trata la historia revolucionaria de Francia, La noche de Varennes (1982), fue filmada en el interior de una diligencia. "Esto me permite estar muy cerca de mis personajes y de lo que piensan", decía.
Otra película muy emblemática de Scola fue Nos habíamos amado tanto (1974), un relato del destino de tres ex partisanos antifascistas, enamorados de la misma mujer y que se enfrentan a las decepciones y compromisos de la Italia del "milagro económico". El milagro en realidad estuvo basado en la derrota que significó la Segunda Guerra Mundial para los trabajadores y el pueblo que permitió la superexplotación.
Gianni (Vittorio Gassman), Antonio (Nino Manfredi), Nicola (Stefano Satta Flores) y Luciana (Stefania Sandrelli) son los protagonistas. Scola sorprende empezando por el final y mediante imágenes en blanco y negro regresa al pasado y en la voz de Antonio relata lo que está sucediendo.
Ettore Scola estuvo vinculado al Partido Comunista Italiano (PCI) y fue ministro de Cultura de una especie de “gabinete paralelo” formado en 1989 por los dirigentes comunistas italianos.
En Mario, María, Mario (1993), posterior a la caída del Muro del Berlin, intenta hacer una reflexión sobre el PCI a través de un triángulo amoroso.
Llegó a filmar hasta el 2013, un documental sobre Fellini, Qué extraño llamarse Federico.

Elizabeth Yang
@Elizabeth_Yang_

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