domingo, enero 18, 2015

Tina Modotti (y Vittorio Vidali, alias Contreras )



Algunas notas con pretexto de un artículo de Maité Campillo (*)

Nos han tocado tiempos especialmente complicado, de un lado el capitalismo se ha instalado en la desfachatez y la impunidad, de otro, la oposición apenas comienza a rehacerse después del desastre del “socialismo real”
Necesitamos un buen mapa para no perdernos, no se puede luchar sin entender que la otra cara de la victoria neoliberal es la derrota del “socialismo”. Un viejo comunista con el talento de Kapuscinski, dijo en una de sus últimas declaraciones: “La burocracia. El sistema cayó por la burocracia. Pero el problema es que la Unión Soviética mató también al socialismo y a la izquierda” (1). Algo vale para la geopolítica, pero también para encuadriñar la vida y la obra de muchos comunistas, de figuras como Assunta Adelaide Luigia Modotti, más conocida como Tina Modotti (Údine, Italia; 17 de agosto de 1896 - Distrito Federal, México 5 de enero de 1942) sobre la cual el autor de estas líneas ha podido reunir una pirata bibliografía en castellano y en francés (2)
Tina fue una de las mujeres más extraordinarias del siglo XX, pionera en muchas actividades deslumbrantes que, por entonces, no era habitual que le estuvieran permitidas a una mujer ni tan siquiera en la izquierda más avanzada. Modotti vivió una vida intensa y aventurera, de esas que dan para artículos, libros, películas –al parecer Mick Jagger tiene los derechos para una, aunque ya apareció en aquella norteamericanaza llamada Frida de aquella manera-, de entrada fue una mujer militante, nacida en el seno de una familia emigrante (de Trieste) italiana en los USA de los primeros años del siglo XX, una familia de arraigadas convicciones socialistas. Fue una de las mayores fotógrafas de su tiempo, un artista consumada y de vocación social inequívoca, estrella fugaz del cine mudo, musa de pintores, amante de artistas amén de militante comunista en tiempos agitados. También fue traductora de Lenin y del economista húngaro Eugen Varga quien, por cierto, después de trabajar durante años a la sombra de Stalin, dejó un testamento escalofriante de su experiencia.
Su nombre está ligado a lo mejor y a lo peor de la historia comunista, lo mejor sin duda fue Julio Antonio Mella, el fundador del Parti­do Comunista de Cuba, el mayor enemigo de la dictadura de Machado, pero también, un ferviente admirador de León Trotsky , algo que ya por entonces empezaba a resultar un verdadero riesgo, en tanto que lo peor fue Vittorio Vidali al que muchos investigadores achacan su asesinato, un atentado que pudo disfrazar porque Mella estaba en el punto de mira de la policía del títere del Imperio.
Implicada y aturdida fue salvada por una campaña internacional liderada por Diego Rivera que la pintó en uno de sus murales al lado de Frida, ambas entregando armas a los insurrectos. Mientras militaba, Tina fue amiga de numerosos personajes memorables: Mayakovsky, Antonio Machado, B. Traven, Neruda, Diego Rivera, John Dos Passos, Robert Capa, Gerda Taro et David Seymour, Frida Kahlo, así como de David Alfaro Siqueiros, quien en sus memorias reconoce que ganó una apuesta al asesinar fríamente a un joven militante del POUM, así como su papel en la maquinaria movilizada para asesinar a Trotsky.
La Modotti se movió también en los ambientes más bohemios y de las relaciones más peligrosas, vivió al hilo del siglo, desde los locos años de la Belle Epoque hasta el miedo de los fascismos, en su Italia natal primero y contra el cual estaba dispuesta a todo y en Alemania después –después de una suerte de “guerra civil” entre comunistas estalinistas y socialdemócratas-, fue una de las animadoras del Socorro Rojo Internacional en una época en la que los comunistas seguían defendiendo la revolución, estuvo en Asturias en 1935 ayudando a los obreros y obreras víctimas de la represión.
Luego, fue María y/o Carmen Ruiz Sánchez en el V Regimiento con toda sus mística de primero la guerra, mañana la revolución, fue interpelada por la escritora Elena Garros sobre el asunto de Nin sobre el que antes que hablar, realizó una advertencia a la que había sido su amiga, detalles contados por Pino Cacucci, el poeta y escritor italiano que escribió la biografía más celebrada en estos lares, Tina Modotti (Circe, Madrid, 1991, pgs 230-231). Estuvo en pie hasta la caída de Barcelona, pero pudo llegar a México española donde también su compañero Vittorio Vidali tenía asignado un papel destacado para matar a Trotsky…
Caccuci hace mención a un posible homicidio de Tina Modotti, lo que siempre ha sido una controversia al no existir autopsia.

Pero ¿quién era Vittorio Vidali?

Vidali ha pasado a la historia comunista italiano al servicio de Stalin, conocido en España como el "comandante Contreras" del V Regimiento. Había nacido en Trieste (1900), trabajó como bibliotecario, ingresó en las Juventudes Socialistas a los 11 años, fue miem­bro del PCI a partir de 1921.
Delegado de las JCI en 1922, representó a éstas en el Congreso Internacional de las juventudes de Leipzig, en 1923 es­capó de la persecución fascista y emigró a los EEUU, trabajó en las filas del comunismo norteamericano hasta que en 1927 fue expulsado por "entrada i­legal". Con el nombre de Arturo Sormenti militó también en el PC mexicano, hasta que participó con el nombre de Carlos J. Contreras en el VI Congreso de la Internacional donde fue elegido suplente del buró ejecutivo de la Internacional Sindical Roja.
Su nombre aparecerá relacionado con la muerte de Julio Antonio. Mella, asesinado en los brazos de su compañera Tina, dando lugar a una controversia que dura todavía y en la que, por citar un ejemplo, se posicionó Celia Hart de manera contundente (3)
De México se traslada a Moscú con Tina, siguiendo, al parecer, un seminario de formación de la GPU; con la cobertura del Socorro Rojo Internacional aparece en España en 1934, colabora como el emisario del Komintern, Vittorio Codovilla, otro cuadro estaliniano especialmente turbio, odiado hasta por sus propios camaradas. Al comienzo de la guerra civil, Vittorio organiza el Batallón de Acero, núcleo del que será V Regimiento, en el que será comisario político con el nombre de Carlos Contreras. Más tarde lo será de una Brigada Internacional. En aquella época la CNT la acusa de haber asesinado a un oficial de artillería, el comandante Rexach, y años más tarde, Jesús Hernández lo acusará de haber jugado un papel muy importante en el asesinato de Nin.
De España a México siguiendo la misma ruta que Ramón Mercader.
De nuevo se hablará de él en torno a la muerte en Cuba del antiguo líder trotskista cubano Sandalio Junco, y volverá a sonar de nuevo en 1943 después del asesinato en New York de Carlos Tresca, uno de los anarquistas más reputados, principal animador de la campaña a favor de Sacco y Vanzetti, antiguo amigo suyo e irreductible adversario después, que dirá de Vidali que ”donde quiera que iba le acompañaba la muerte". Dirigente comunista en Trieste desde 1947, diputado, particularmente activo en la campaña contra Tito, pasará a ser "revisionista" sin dificultades tras el XX Congreso del PCUS, eurocomunista, dedicará sus memorias (La Caducta della Republica, Vangelista editore) a combatir todas las acusaciones contra él vertidas. Sin embargo, no lo consiguió, como tampoco lo haría Palmiro Togliatti de manera que, en los años noventa, la casi totalidad del PCI comienza una evolución avergonzada (su secretario general Massimo D´Alema se hará miembro del Opus Dei y declarará que Wotyla tuvo razón contra el comunismo), hasta llegar a situarse a la derecha del PSO.
Él no cambió por su cuenta, lo hizo en pleno casi todo el PCI.
En una ocasión en la que muchacha italiana presentó a Vittorio Vidali como un soñador que arriesga su vida por las causas revolucionarias, el biógrafo de Timna, Pino Cacucci, después de escuchar con atención, respondió con una sonrisa donde suelen abrirse las sonrisas y una furia no contenida en sus palabras, lenta y alegremente pronunciadas. ''Vidali era un asesino, un macho, un sexista. Para él Tina era una estúpida, una esclava que obedecía las órdenes del partido pero que no tenía la menor importancia política para él; él no respetaba el pensamiento político de Tina, se limitaba a usarla porque le era útil, y denunciarlo hoy, después de tantos años, me parece una forma de impedir que personas como él vuelvan a causar tanto daño en nombre de las ideas de la izquierda".
Evidentemente, la muchacha italiana quería creer pero la verdad era muy otra. A veces se creen estas cosas por ingenuidad, otra por fanatismo, a veces por una combinación, no es otra cosa lo que me ha dado a pensar el reciente artículo de Maité Campillo sobre Tina, en especial cuando llega a escribir: Según ellos, Vittorio fue el instigador de la muerte de Mella (asesinado por los esbirros del dictador Machado de siete disparos a bocajarro), de Troski, de Nin, y de no se cuantos más personajes en el mundo y hasta de su propia compañera, Tina Modotti. De la que se dijo que no murió de sus dolencias cardíacas, sinó envenenada. Parece ser que algunos comunistas eran malos, muy, pero que muy malos por aquella época, hasta pudo ser el instigador de la muerte de Sacco y Vanzetti y de Sandino, según dicha lógica!
Cualquier lector o lectora podrá comprobar ese tono sardónico en la otra acera, entre los que bromean diciendo que Franco no mató a Kennedy y cosas por el estilo. Pero me parece que hay que descartar la buena fe cuando dice eso de de Troski, de Nin, y de no se cuantos más personajes en el mundo.
Alguien ingenuo, los trataría como lo hizo en su día el comandante Contreras, como agentes y colegas de Hitler y Franco, pero eso ya no se puede decir. Sí Maité quisiera estudiar y tener un mapa de la historia comunista del siglo XX, seguro que llegaría a la misma conclusión que Kapuscinski, el viejo comunista, autor de obras como Ébano, Imperio y otros monumentos del periodismo de investigación. Quizás entonces descubriría que después de tanto heroísmo burocrático, pero también de tantos errores y horrores, menos mal que estuvieron allí Mella, Trotsky, Nin y Carlo Tresca para salvar el honor del socialismo.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

Notas

* A Tina Modotti. . . memoria de fuego, por Maité Campillo. derrotaenderrotahastalavictoriafinal.blogspot.com/.../a-tina-modotti-mem
--1/ www.kaosenlared.net/noticia/comunismo-1-caso-ryszar-kapuscinski
--2/ Además de la citada de Caccuci, vale la pena, el de Hooks, "Tina Modotti : amour, art et révolution", trad. B. Vierne, Anatolia, Paris, también las más asequibles "Tina Modotti", la novela grá­fica que ha publicado Ángel de la Calle en Ediciones Sinsentido. Ángel de la Calle y “Tina Modotti” de Christine Barckhausen-CFanale (Txalaparta, Tafalla, 1998)
--3/ De la Modotti Celia Hart dijo: "...no le perdono que teniendo la fina sensibilidad de una artista y habiendo sido amada por el hombre más bello, inteligente y revolucionario de su tiempo, se hubiese ligado al oscuro Vidali. Pero Mella y no Vidali es el que está fresco y más vivo que nunca. Vidali permanecerá helado y siempre con mal olor..." Irónicamente la muerte de la Modotti se produjo en un taxi la noche del 5 de enero de 1942, por "congestión visceral generalizada", como reza el acta de defunción, y no por un "ataque del corazón" como siempre dijo Vidali. La "congestión" sirvió a la prensa para anunciar en primera plana: "ENVENENADA Tina Modotti, TÍPICA ELIMINACIÓN ESTALINISTA". Nunca se sabrá realmente de que murió Tina. Es muy probable que el misterio del asesinato de Mella no se esclarezca nunca. Cabe señalar que Celia Hart no descartó en efecto que el crimen haya sido cometido por los estalinistas…No era el primero, ni –desde luego-, iba a ser el último.

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