sábado, noviembre 29, 2014

El programa de Pablo Iglesias para humanizar el capitalismo español



El líder de Podemos, Pablo Iglesias, presentó este jueves junto a sus asesores económicos, Vicenç Navarro y Juan Torres, los primeros lineamientos de su programa económico. Las medidas propuestas no van más allá de un programa desarrollista con reforma fiscal, una vieja receta de la socialdemocracia. El programa de Pablo Iglesias para humanizar el capitalismo español

Las primeras líneas del programa económico de Podemos llegan tras varios meses de indefinición y ambigüedad. El documento de poco menos de 70 páginas presentado este jueves, y desarrollado por Navarro y Torres a pedido de Pablo Iglesias, compendia las principales ideas económicas de Podemos, que sintetizando giran alrededor de cuatro ejes: un “plan de choque contra la crisis”, incrementando el gasto público; una “reforma fiscal”, para aumentar la recaudación; un “cambio en el sistema productivo” que fortalezca a las empresas españolas, y una “reestructuración ordenada de la deuda”, negociada con los mercados.
El primer punto apunta fundamentalmente a aumentar el gasto público, una vieja y conocida fórmula –aceptada por cualquier economista no-neoliberal-, para disminuir los efectos de la crisis económica. Es lo que se llama una medida “anti-cíclica”.
El gasto público de los países de la Eurozona está fuertemente restringido por el pacto de Maastricht, que exige a los países miembros no superar el déficit presupuestario de 3% del PIB. Este límite deberá ser respetado por cualquier gobierno que no esté dispuesto a romper con la UE, como es el caso de Podemos. Por ello, para mantener en línea el presupuesto, los economistas de Podemos proponen aumentar la recaudación fiscal a través de impuestos a las grandes empresas y combatiendo el “fraude fiscal”.
La reforma fiscal significaría una modificación de la estructura impositiva, que actualmente en el Estado español es fuertemente regresiva. Esto implicaría subir los impuestos a la renta del capital y a la riqueza, algo que preocupa a la burguesía española. Sin embargo, Iglesias se ha encargado de tranquilizarlos bajando los decibeles al asunto: “¿quiénes tienen que tener miedo? Los que no pagan impuestos”, declaró el líder de Podemos la semana pasada.
Además, los portavoces de Podemos han dejado claro que su intención es discutir el programa económico con diferentes sectores de la sociedad, y especialmente con los empresarios que “apuestan al crecimiento económico de España”.
En cuanto al cambio de sistema productivo propone estimular el desarrollo de la industria de bienes con alto valor agregado, para que la economía española dependa menos de la venta de materias primas y de la construcción.
La intención que persigue este plan es reposicionar la economía española al interior de la Eurozona. Para los economistas de Podemos, esto podría hacerse combinando la inversión estatal mediante mayor recaudación impositiva y el estímulo de la inversión privada. Más allá de lo dudoso de la viabilidad de este esquema, Pablo Iglesias y su equipo de economistas presentan como gran aliado se su política económica al empresariado español con “vocación emprendedora”.
A cambio, claro está, obtendrá grandes privilegios y beneficios.
Finalmente, el tema de la deuda. Aquéllos que se habían entusiasmado con los discursos iniciales de Podemos y su programa para las elecciones europeas defendiendo el “no pago” de la deuda ilegítima, hoy se han visto definitivamente desilusionados. La propuesta de Podemos es establecer una “auditoría” que determine qué parte de la deuda es legítima, para luego negociar una reestructuración ordenada con los mercados financieros. Es comprensible. Una actitud firme en cuanto al no-pago de una deuda que se sabe totalmente ilegítima, traería la rebelión de los principales capitales imperialistas, tanto nacionales como extranjeros, socios claves en “un proyecto económico para la gente”, como se llama el documento.
Podemos se va transformando así en una opción política asimilable y digerible para los poderes reales del capitalismo español. Para no dejar lugar a dudas de esta perspectiva, Navarro dijo durante la presentación del documento: “nos consideramos socialdemócratas, esa es nuestra tradición política”.
Aunque llegue insuflado de rasgos populistas y un poco de demagogia, Pablo Iglesias y Podemos proponen en definitiva una vía de salida para humanizar y reformar el maltrecho sistema capitalista en el Estado español.
No por nada el periodista Wolfgang Münchau, escribió hace pocos días en su columna del Financial Times, que “Podemos y otras formaciones de izquierda radical son los únicos que ofrecen un plan coherente de reestructuración de la deuda, ya que el centro-izquierda no se atreve a aplicarlo”, y hasta recomienda: “Podemos debería organizarse a nivel de la eurozona.”

Diego Lotito
Madrid | @diegolotito

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