sábado, agosto 30, 2014

Dinamo de Kiev: el equipo que desafió a Hitler



La historia del fútbol mundial incluye miles de episodios y anécdotas emocionantes y conmovedoras, pero sin duda ninguna es tan ruin como esta de la que hablamos hoy, la historia de los jugadores que formaron parte del Dínamo FC en los años 40.

Estos valientes jugadores se arriesgaron a jugar un partido a sabiendas de que si ganaban serían asesinados y, sin embargo, decidieron ganar. En la muerte dieron una lección de coraje, dignidad, vida y honor. Pero para entender esta difícil decisión, es necesario saber cómo es que que llegaron a participar en este decisivo encuentro, y por qué un simple juego de fútbol se convirtió en el momento crucial de sus vidas.
La versión más famosa de este juego se puso de manifiesto en la película Victory de 1981, protagonizada por John Huston, Stallone, Michael Caine, Ardiles y Pelé.
Pero sin duda es también la más alejada de la verdad, porque en la película, el juego termina en empate y ningún jugador muere. La realidad de los 11 jugadores ucranianos en un campo ocupado por los nazis era muy diferente y terminó mucho peor que en la ficción.
Todo sucedió durante la Segunda Guerra Mundial en el año de 1942, entre un combinado del ejército nazi y el Dynamo FC de Kiev de Ucrania. Uno de sus principales promotores fue Iosif Kordik, un hombre taciturno y cruel que sólo conocía una pasión: el fútbol. Como la mayoría de los aficionados al deporte en Ucrania, Kordik era un fan de Dynamo FC, un equipo que ya en la época fue uno de los mejores de Europa.
Caminando un día en las ruinas de su ciudad, Kordik sintió que su corazón latía más rápido cuando se encontró en una acera cara a cara con uno de sus ídolos, el arquero Trusevich. Para entender lo que le debe haber pasado por la cabeza en ese momento, imagina a nuestro México ocupado por el ejército enemigo, vemos a los campeones olímpicos andar en tren y de repente todo hambriento y en harapos, en una esquina está El Chicharito. Fue por lo menos un encuentro extraño, y más extraño aún, si añadimos que en la guerra se habían invertido los papeles y ahora él tenía más poder que su ídolo. Lo que en otros tiempos habría de culminar en las peticiones de autógrafos y alucinantes gritos, era el comienzo de un sueño: ver a Trusevich trabajando para Kordik.
Kordik, que trabajaba para los nazis, no le dio asilo ni hizo un acto de compasión humanitaria, sino que le gustaba la idea de estar rodeado de sus estrellas, y también de la miseria de los mejores jugadores del país y de muchos otros atletas de otras disciplinas . Además de un trabajo estable y un poco de pan cada día, él le ofrecía algo mucho más importante: la posibilidad de jugar al fútbol. En el patio de su panadería comenzó a formar un equipo de ensueño de Kiev y de Toda Rusia.
Unos pocos meses después de la invasión de Ucrania se inició el Start FC, y los nazis trataron de restablecer algún tipo de normalidad en la ciudad de Kiev al crear una nueva liga con seis equipos de fútbol formados por soldados alemanes o de ejércitos aliados del Reich, uno de colaboradores ucranianos y el FC Start.
Para la apertura del torneo los panaderos desnutridos en completos harapos se enfrentaban al equipo de lo colaboradores de barrigas rebosantes y ropas limpias. El equipo de Kordik con su arquero Trusevich ganó 7-2. Los jugadores de la fábrica de pan jugaron con camisetas rojas, y todos eran miembros del Partido Comunista. La victoria contra los empleados no fue la mejor publicidad para el gobierno de la esvástica, el entrenador Rukh, un ucraniano que trabajaba para los nazis, llevó a las autoridades a prohibir sus partidos, y a evitar que el Start FC jugara en el gran escenario de Kiev. Pero incluso después de ser trasladado a un estadio menor, nada les impidió continuar su racha de triunfos y victorias (se reivindicaron con una goleada de 11-0 ante el equipo rumano).
A medida que más y más gente abarrotaba pequeño estadio, Rukh guardaba soldados aburridos en el estadio grande. Los alemanes requirieron a Hungría un equipo llamado MSG, para derrotar a los ucranianos, pero todo fue en vano. Los jugadores-panaderos, incluso después de haber trabajado toda la noche en la fábrica, ganaron a los húngaros 5-1. Y en la revancha con un marcador de 3-2, Start mostró definitivamente que los alemanes deberían contener ese símbolo de resistencia. Por lo menos, así lo creían.

FC Start vs Flakelf “, el equipo de la Luftwaffe”

Según Andy Dougan, en el libro “Dynamo: Triumph and Tragedy in Nazi-Occupied Kiev“, el equipo convocado por los oficiales alemanes que estaban en Kiev fue el Flakelf, considerado en su momento un equipo de respeto, formado sólo por militares de Luftwaffe, la fuerza aérea alemana. Incluso este equipo sirvió como una herramienta de propaganda nazi y sus glorias eran un ejemplo para justificar la “superioridad de la raza aria”.
No sirvió de nada reclutar un equipo de “raza superior”. El 6 de agosto 1942 FC Start, que ya gozaba del respeto y la admiración de la gente de Kiev, azotó al poderoso Flakelf con un vergonzoso 5-1. Después de esta derrota, los alemanes descubrieron, al fin, que los inocentes panaderos que vestían la camiseta del Start FC en realidad eran ex jugadores del Dinamo de Kiev.
La orden de matar a todos los jugadores rápidamente llegó a Berlín. Pero los oficiales sabían que sólo matarlos no tendría ningún efecto. Peor aún, podrían crear mártires innecesarios, además de dejar la imagen en la población de jugadores ganadores que lucharon contra el nazismo. Decidieron organizar una revancha el mismo 9 de agosto.

El “juego de la muerte”.

El ambiente en Kiev era muy pesado, con provocaciones de ambas partes. Los soldados alemanes estaban avergonzados y la población eufórica con el suceso de los nuevos héroes. El estadio Zenit estaba lleno, también se había colocado al lado un cartel propagandístico de la revancha y antes del partido los jugadores del Start FC recibieron la visita de un oficial alemán que ordenó que al momento que el árbitro, también alemán, entrara en el campo habría de ser recibido por todos los jugadores con el saludo nazi, con las manos extendidas hacia adelante y gritando “Heil Hitler”.
Los jugadores del Flakelf hicieron el saludo, pero los jugadores del Start FC pusieron su mano derecha sobre su pecho y gritaron “Fizculthura”, un grito común a los atletas soviéticos de la época.
De hecho, además de los matices, los jugadores del Start FC sabían que estaban arriesgando sus vidas, pero no les importaba. Por segunda vez, el campo estaba rodeado de soldados. El arquero Trusevich, en la primera mitad había recibido una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente durante varios minutos, ya que fue atacado por la multitud con todo tipo de objetos. Los alemanes anotaron primero, pero el primer tiempo terminó 2-1 a favor de los ucranianos. En el medio tiempo sufrieron nuevas amenazas de oficiales de las SS, incluso pensaron en dejar el juego, pero al final decidieron volver al campo. Y a pesar de todos los movimientos violentos de los alemanes que fueron ignoradas por el árbitro, fue una masacre! 5-3 para los ucranianos, más una humillación real que nunca se materializó, un sexto gol invisible: Alexei Klimenko, que fue como Maradona en Argentina, esquivo la defensa, incluyendo al portero, llegó a la línea de meta y en vez de anotar devolvió el balón al medio campo, anulando el gol, pero humillando completamente a los alemanes. La multitud se volvió loca y el árbitro terminó el partido antes de los 90 minutos.
Los alemanes actuaron aparentemente como buenos perdedores. FC Start jugó otro partido contra otro equipo y también ganaron este juego, pero pocos días después de terminada la fiesta: oficiales de la Gestapo vestidos de civil llegaron a la fábrica con una lista de nueve jugadores de la antigua Dynamo de Kiev. Uno a uno, fueron detenidos y trasladados a la sede de la policía secreta alemana. Todos los jugadores eran miembros del Partido Comunista, y Korotkykh Nikolai era un agente activo de la policía rusa, por lo que le dispararon al instante. El resto fue torturado sistemáticamente por días en el campo de concentración Siretz, conocido por fusilamientos masivos y sadismo salvaje de sus guardias. Sólo cuatro de los nueve jugadores lograron escapar, el resto murieron o desaparecieron sin dejar rastro.
Hasta ahora estos atletas son recordados por el Dynamo de Kiev. Delante de su estadio hay un monumento erigido en 1971 para honrar a los atletas que murieron defendiendo, por encima de todo, la libertad y el deporte. En el monumento están grabados las palabras:
“A los jugadores que murieron con la cabeza levantada contra el invasor nazi”.
El ejemplo de los jugadores del Dynamo sin duda ayudó a inflamar la resistencia a los nazis. El 06 de noviembre 1943 Kiev fue tomada por los soviéticos y la historia del juego se extendió entre las filas rusas, tomando el aire de leyenda al paso de los días.
Dicen que inclusive los jugadores del Dynamo, cuando se casan, depositan flores ante el monumento en honor a la memoria de los jugadores muertos. Y la gente que hasta ahora conserva las entradas de 1942 tienen acceso libre al estadio.

Fuentes:
mediavida.com/foro/6/los-nazis-y-el-dinamo-de-kiev-366678

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