miércoles, abril 24, 2013

EEUU: negocios y guerras en Medio Oriente



Chuck Hagel, secretario de Defensa de Estados Unidos

Dinero fresco para la industria militar, cerrar todavía más el cerco sobre Siria y hostigar a Irán son los objetivos de Estados Unidos, Israel y las monarquías del Golfo Pérsico.
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, arribó el domingo a Israel, en el marco de una gira que tiene el fin de vender nuevo armamento de guerra a Tel Aviv. Tras su paso por la nación israelí, Hagel se trasladará a Arabia Saudita y Emiratos Árabes. En estos tres países, Estados Unidos venderá misiles, aviones de combate y vehículos de transporte de tropas por un monto total de 10 mil millones de dólares. Pero también seguirá respaldando a estas naciones en sus políticas de injerencia abierta contra Siria y el gobierno del presidente Bashar Al Assad.
Hagel, un republicano que antes de asumir fue el centro de una polémica por su postura “tibia” respecto de Israel, llegó a Tel Aviv con el objetivo, según reseñó el diario español El Mundo, de discutir “el plan nuclear iraní” con sus pares israelíes “y la desintegración de Siria”.
Antes de su arribo, el funcionario declaró que “está claro que Irán supone una amenaza con su programa nuclear”. Hagel agregó que Israel “debe decidir por sí mismo cómo se defiende” de la supuesta amenaza iraní y aclaró que “la última opción debe ser la militar”, situación que no es descartada por la administración del presidente Barack Obama. El gobierno de Teherán manifestó en reiteradas oportunidades que su programa nuclear es con fines pacíficos, ya que la nación persa es signataria del Tratado de No Proliferación y miembro de la Organización Internacional de la Energía Atómica. A esto se suma que todavía no se han presentado pruebas concretas sobre la construcción de armas de destrucción masiva por parte de Irán.
El lunes Hagel se reunió con su homólogo israelí, Moshe Yaalon. En una conferencia conjunta, el funcionario de la Casa Blanca reiteró que Estados Unidos nunca permitirá la superioridad militar de un país o coalición respecto a Israel. Por su parte, Yaalon admitió que aviones israelíes fueron los atacantes de un convoy en el interior de Siria el pasado 30 de enero.
Washington venderá a Tel Aviv aviones de reabastecimiento en vuelo KC-135 que permiten a los cazas de combate permanecer más tiempo en el aire en caso de misiones de larga distancia. También proporcionará radares destinados a cazas de combate y misiles especializados en “estorbar” radares antiáereos. El acuerdo incluye por primera vez el V-22 Osprey, aeronave de transporte militar con capacidad de despegue y aterrizaje verticales. Este paquete militar llegará a Israel en 2015, aunque todavía no está claro si Tel Aviv lo pagará o, como parece, lo incluirá en la asistencia militar anual estadounidense.
La cadena HispanTV señaló que “en momentos cruciales para la economía de Estados Unidos, afectada por la crisis, el Pentágono ha decidido otorgar 220 millones de dólares adicionales al sistema antimisiles del régimen israelí conocido como Iron Dome (Cúpula de Hierro) para el año fiscal 2014”.
Medios de comunicación de Estados Unidos, revelaron la semana pasada un documento de la Agencia de Defensa de Misiles (MDA, por sus siglas en inglés), en el cual se estipula que además de la citada cifra, otros 175.9 millones de dólares podrían ser asignados a este sistema en 2015, a pesar de los recortes presupuestarios. HispanTV agregó que estas medidas tienen que ser aprobadas por el Parlamento estadounidense.
Ante esta situación, desde Irán aseguraron que el país continúa produciendo modernos sistemas de artillería y ensayando tácticas de guerra asimétrica ante las amenazas de un ataque de fuerzas extrarregionales. Así lo declaró el jefe de la unidad de fuerzas terrestres de artillería y cohetería, coronel Sadeq Davarzani. El jefe militar iraní aseguró que las tácticas que desarrollan las Fuerzas Armadas de su país son autóctonas y tienen un carácter defensivo.

Un conservador polémico

El secretario estadounidense de Defensa, de 66 años, fue designado por Obama luego de desempeñarse como senador por el Estado de Nebraska (1996-2008). En el Congreso fue miembro de los comités de Relaciones Exteriores y de Inteligencia. Hagel ingresó al Ejército de su país y combatió en la invasión contra Vietnam, donde fue herido en dos oportunidades, por lo cual fue condecorado. En su biografía autorizada, publicada en 2006, se denominó como un “realista contundente”. Apoyó la invasión a Irak en 2003, pero luego fue crítico. La calificó como “la metedura de pata más peligrosa en la política exterior de este país desde Vietnam”. En el pasado, votó en contra de sancionar a Irán y de incluir a la Guardia Revolucionaria persa en la lista de organizaciones terroristas, aunque según dijo en su audiencia de confirmación era un momento “diferente”.
Con respecto a las políticas nacionales, siempre respaldó el conservadurismo de su Partido. Hagel reconoció las intimidaciones del denominado “lobby judío”, en referencia al grupo de presión Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC). Posteriormente se arrepintió de esas palabras y aseguró que debería haber dicho “lobby proisraelí”.
Hagel fue presidente del Atlantic Council, un think tank especializado en seguridad y defensa. En 1977 se desempeñó como lobbista para la compañía de neumáticos Firestone y en 1980 trabajó en la campaña presidencial de Ronald Reagan. En este gobierno fue nombrado subdirector de la Administración para Asuntos de los Veteranos. En los años 80 cofundó Vanguard Cellular Systems, Inc., compañía de telefonía móvil con la que hizo su actual fortuna.
Entre sus declaraciones más polémicas se encuentra su rechazo abierto a que un diplomático estadounidense sea abiertamente homosexual, por la cual fue duramente criticado y posteriormente se retractó.

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