viernes, enero 11, 2013

Los ojos de América se posan en Venezuela



La trascendencia de los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela desde la asunción de Hugo Chávez en 1999 adquirieron en este último tiempo una nueva dimensión a raíz de la enfermedad que afecta al mandatario. Las fuerzas políticas del continente, atentas a los sucesos en el país caribeño.

Tal como confirmó el martes el recientemente reelecto en su cargo de presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, Hugo Chávez no asumirá éste jueves el nuevo mandato obtenido en las urnas el 7 de octubre pasado, cuando derrotó por holgada diferencia al candidato opositor Henrique Capriles.
Esta situación, delicada y claramente inusual en la vida institucional de los países de la región, generó reacciones y revulsiones en la arena política venezolana.
La amplia mayoría que posee el oficialismo en el Parlamento (104 legisladores propios si se suman los aliados a los del PSUV) permitió que se apruebe que el Presidente postergue su acto de juramentación y lo lleve a cabo luego ante el Tribunal Supremo de Justicia. La Asamblea Nacional -tal el nombre del congreso venezolano- autorizó a Chávez a tomarse “todo el tiempo que necesite” para atender su enfermedad.
Fue el propio Tribunal Supremo de Justicia quien ayer legitimó a través de un fallo la actuación del oficialismo al rechazar que pueda existir ausencia temporal o absoluta del presidente reelecto y explicó que el jefe de Estado no necesita jurar su nuevo mandato “en virtud de no existir interrupción del ejercicio”. Por su parte, Henrique Capriles, líder de la oposición, encabezó los reclamos de este sector y caracterizó la situación como de “conflicto constitucional”. Además, solicitó a los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador y Bolivia que no se presten al “juego de un partido político”, en alusión al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Estas declaraciones fueron la punta de lanza de una oposición que ya empieza a hablar de “plazos” para la ausencia de Chavez y de “un Gobierno completamente paralizado” debido a esta situación.
Por ende para oficialismo el 10 de Enero no será un día más y por eso convocó a un acto que se realizará en Miraflores, sede de la residencia oficial del Presidente de la Nación. Se puede medir la magnitud política de la demostración de apoyo y solidaridad con Hugo Chávez a través de la presencia de delegaciones de primerísimo orden provenientes de diversos lugares de Latinoamérica.
En ese sentido, el jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales, el ex mandatario paraguayo Fernando Lugo y el presidente de uruguay José “Pepe” Mujica arribaron el miércoles a Caracas para participar del evento, en el que también estará el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, que no adelantó si Rafael Correa, actualmente en campaña por su reelección, podrá decir presente.
Al acto no faltarán tampoco los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, Haití, Michel Martelly, y el vice del Consejo de Ministros de Cuba, Miguel Díaz Canel.
En cuanto a Morales, la ministra de Comunicación boliviana, Amanda Dávila, contó que el oficialismo venezolano “espera reunir a los principales líderes de América Latina en un acto que tiene como propósito confirmar el triunfo en las elecciones” y que el presidente de su país llevará el apoyo, la solidaridad y el reconocimiento del hermano pueblo de Bolivia.
Lugo viajará como líder del Frente Guasú, una coalición de partidos y organizaciones de izquierda conformada luego del golpe de Estado del 22 de junio del año pasado. La organización señaló que la misión del ex presidente es “llevar el apoyo del pueblo paraguayo”.
Argentina tendrá su propio representante en el acto a desarrollarse en Caracas: la Presidenta designó al canciller Héctor Timerman para representar al país. “Con la presencia del canciller el Gobierno Argentino expresa su apoyo explícito al Gobierno de la República de Venezuela y a todo el pueblo venezolano en momento en los que América Latina se encuentra unida en sus mejores deseos para la recuperación de la salud del Presidente Venezolano Hugo Chávez Frías”, informó la Cancillería.
Cada mandatario latinoamericano, las fuerzas que los respaldan, y las que se le oponen por derecha e izquierda, tienen sus propios motivos para seguir de cerca la situación en Venezuela. En cuanto a los gobiernos progresistas y de izquierda (diferenciando los procesos que se dan en Argentina, Brasil y Uruguay por un lado, y a los de Bolivia y Ecuador, por otro) un cambio en las relaciones de fuerza en el país caribeño puede repercutir significativamente en su propia situación ya que, sean cuales sean las diferencias entre ellos, lo cierto es que sus oponentes por derecha los vinculan, para demonizarlos, con el proceso revolucionario venezolano. Y para muchos críticos por izquierda, el proceso venezolano constituye un faro y una vara desde donde observar, analizar y criticar a sus propios gobiernos.
Quien no podía estar ausente del debate que se abrió es justamente Estados Unidos. Siguiendo la línea diplomática clásica de declarar desde la absoluta abstracción y actuar desde el absoluto pragmatismo la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, pronunció una frase de esas que son conocidas desde hace mucho tiempo en América Latina. Dijo que la cuestión de qué pasa en Venezuela “es algo que deben solucionar los propios venezolanos” y reclamó una salida “libre, justa y transparente y que garantice igualdad de condiciones políticas”.
Además, dijo que su país no tiene más información que la que circula en los medios sobre el estado de Chávez. No se sabe si de forma irónica o no, pero la funcionaria expresó que “como a cualquiera que esté sufriendo lo que está sufriendo” la administración estadounidense le desea “una recuperación rápida”.
La expectativa generada por la enfermedad de Chávez y los acontecimientos venezolanos no deben llamar la atención ya que el proceso revolucionario bolivariano dinamizó en sus más de 12 años la integración latinoamericana, reinstaló la idea de que otro mundo -el socialista- es posible y reabrió la perspectiva antiimperialista en la región, con todas las consecuencias que tiene eso para el socio mayor.

Patricio Klimezuk y Federico Araya.

No hay comentarios.: