miércoles, marzo 09, 2011

Libia y el mundo árabe: una manifestación típica del Poder Inteligente de EE.UU. o Doctrina de Obama


La realidad de la posición de EE.UU. respecto a Libia es el miedo a la situación revolucionaria existente en los países árabes que pone en riesgo sus intereses.

Tratar de entender la irracionalidad de la política exterior del Imperio norteamericano requiere realmente hacer un acopio de serenidad para no morir ante la indignación que causa tal impunidad.
No hace mucho tiempo en Internet se puso de moda la denominada “Doctrina de Obama” es decir, su Estrategia para la Política Exterior de su gobierno, que en su discurso pronunciado en agosto de 2007, el candidato a la presidencia la definía en cinco puntos esenciales: 1) salir de Irak y escoger el campo de batalla correcto en Afganistán y Pakistán; 2) desarrollar las capacidades y las asociaciones que necesitamos para eliminar a los terroristas y las armas más mortíferas del mundo;3) llamar al mundo a desarraigar el apoyo al terrorismo y al extremismo; 4) restaurar nuestros valores, y 5) asegurar una patria más resistente".
Al explicar su Estrategia de Política Exterior argumenta que está basada en la Diplomacia, la Guerra Irregular y mediante Operaciones Complejas en la que participarían de forma conjunta las fuerzas militares y civiles del gobierno, “en defensa de la democracia, la paz y la seguridad, tanto de EE.UU. como del resto del mundo”… “Lograr la estabilidad y reconstrucción en otros países para instaurar el estado-nación.”
Al entonces candidato presidencial le preocupaba, “la ocupación de Iraq por EE.UU. de forma indefinida con consecuencias impredecibles en el corazón del mundo Musulmán, pero sin embargo, apoyaba la guerra en Afganistán, pues según un estimado de la Inteligencia Nacional, la amenaza contra la seguridad de EE.UU. “persistía y evolucionaba”. Como se puede apreciar siempre son los mismos argumentos como pretextos.
Reiteraba Obama: “Cuando sea presidente saldremos del campo de batalla en Iraq, y lucharemos contra los terroristas en Afganistán y Pakistán.”…”En Iraq no hay solución militar, solo los líderes de Iraq pueden reivindicar la guerra civil en el corazón de Iraq. Debemos presionarlos para que actúen, y nuestra mejor influencia es reducir la presencia de nuestras tropas. Y hacer también un fuerte trabajo diplomático en la región en nombre de la paz y la estabilidad.”
En aquellos momentos eran Irak, Afganistán y Pakistán. En estos tiempos recientes Irán, Túnez, Egipto, Libia, en fin el mundo árabe, donde abundan riquezas naturales, en particular petróleo.
EE.UU. utiliza todas las herramientas y procedimientos de su política imperial hacia el mundo bajo el postulado de garantizar la Seguridad Nacional Norteamericana, luchar contra el terrorismo, el narcotráfico, las amenazas asimétricas (entiéndase fuerzas insurgentes contra los gobiernos opresores), por la democracia y los derechos humanos, lograr la estabilidad de los países en conflicto
El entonces candidato a Presidente, Barack Obama afirmaba : “EE.UU. es una nación compasiva que quiere un futuro mejor para todos los pueblos”
Y añadía: “Necesitamos realmente estar del lado de la democracia. Los Estados Unidos deben demostrar que están del lado de aquellos que buscan una vida mejor.”
¿Debemos presuponer que Obama estaba hablando de la “democracia” que enarbolan como justificación de su política agresiva contra Cuba, otros países del mundo y actualmente contra Libia?
Decía Barack Obama: “La libertad debe significar también la libertad de la necesidad, no la libertad perdida para un estómago vacío. Así que voy a hacer de la reducción de la pobreza una parte fundamental de la ayuda a otras naciones para reducir la anarquía.” Y podemos preguntarle al actual Presidente, ¿ha cumplido usted con este postulado?. Constatando la realidad internacional, esto causaría risa, si no fuera algo tan dramático para los millones de seres humanos que tienen el estómago vacío, que mueren de enfermedades prevenibles, que viven en pobreza extrema, precisamente por la política expoliadora de EE.UU.
Es una manifestación de demagogia en su máxima expresión. ¿De qué “libertad de necesidad” y de cuál “reducción de pobreza a otras naciones” habla el entonces candidato y actual presidente Obama, cuando lo que hace su administración es todo lo contrario?. ¿Dónde queda el bloqueo a Cuba, la política neoliberal para con sus vecinas naciones de América Latina, en el Medio Oriente y en el mundo entero?
La Doctrina de Obama se nutre de diferentes fuentes conceptuales para el diseño de su Política Exterior, las cuales datan de años atrás, solo que cada presidente y su administración las han adaptado según su criterio coyunturalmente.
A esta Doctrina se le atribuyen indistintamente los nombres de Poder Inteligente o Poder Blando, los que no son exactamente iguales aunque se relacionan.
El Poder Inteligente, la base donde se sustenta la denominada Doctrina de Obama para la ejecución de su Política Exterior, sirve para buscar un balance entre el Poder Blando y el Poder Duro, es decir entre el poder de las armas y el poder de “diplomacia”, más llamémosles por sus nombres: agresiones militares con las consecuentes de muertes de seres humanos inocentes; injerencia en los asuntos internos de otros países; subversión; desestabilización; para una vez logrado sus objetivos mediante estas herramientas proponer la hipócrita e interesada mediación para lograr la “estabilización”, “garantizar los derechos humanos” y “el bienestar de la población”. ¿Hasta dónde el cinismo y la impunidad del Imperio yanqui y quienes los secundan?
¿Cuál es la verdadera razón que los mueve a sus acciones en Libia y en todo el mundo árabe? No mejor respuesta que la expuesta por Fidel Castro en sus Reflexiones cuando afirmó: “A partir de la crisis en Libia, la extracción en Arabia Saudita se elevó en un millón de barriles diarios, a un costo mínimo y, en consecuencia, por ese solo concepto los ingresos de ese país y quienes lo controlan se elevan a mil millones de dólares diarios… donde las transnacionales yankis determinan la sustracción y, por tanto, el precio del petróleo en el mundo.”
Y agregaba Fidel: “Nadie imagine, sin embargo, que el pueblo saudita nada en dinero. Son conmovedores los relatos de las condiciones de vida de muchos trabajadores de la construcción y otros sectores, que se ven obligados a trabajar 13 y 14 horas con salarios miserables”
El Imperio y sus aliados están asustados por la ola revolucionaria que sacude el sistema de saqueo prevaleciente y la precaria situación existente para la población en estos países como consecuencia de ello, que pone en peligro los intereses yanquis. Esa es la verdadera razón de las acciones y contubernio orquestados por EE.UU. y sus socios contra Libia, al tratar de dar un golpe “ejemplarizante” y de intimidación contra las acciones de los pueblos que se rebelan ante la injusticia y ponen en riesgo los intereses del amo imperial en la zona rica en petróleo.
No obstante, la impunidad del victimario ya no encuentra una zona de silencio entre sus víctimas, pues como dijo Fidel, los pueblos árabes reciben la información de los acontecimientos, a pesar de la manipulación mediática de la información.
Son tiempos de que las fuerzas revolucionarias del mundo y la humanidad toda que ama la justicia se unan en una voz, para denunciar las maniobras del Imperio y utilizar las mismas herramientas de Internet y mediante las redes sociales difundir y alertar la realidad de los acontecimientos y de las perversas intenciones de agresión a Libia.

Sonia S.González

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