viernes, noviembre 20, 2009

Entrevista con Narciso Isa Conde: "Solo una victoria total podría eliminar al imperialismo"


Con vistas al cercano tránsito de la CCB al Movimiento, entrevistamos al revolucionario dominicano Narciso Isa Conde, miembro de la presidencia colectiva de la Coordinadora. La entrevista tuvo como meta principal profundizar en la comprensión del significado del nuevo paso --los cambios en la práctica, la organización y el papel de la ideología que conllevará la formación del Movimiento Continental Bolivariano.

ABP CCS. El 7, 8 y 9 de diciembre, la CCB dará un paso cualitativo de Coordinadora a Movimiento en la ciudad de Caracas. Has estado vinculado con la Coordinadora desde el principio, en un proyecto que se inició conmemorando y recreando la Campaña Admirable de Bolívar. ¿Por qué este paso a Movimiento?, ¿por qué ahorita?
Narciso Isa Conde. La necesidad de la constitución del Movimiento Continental Bolivariano guarda una estrecha relación con la experiencia acumulada en la CCB y con las exigencias del proceso continental en esta fase de contraofensiva imperialista. La coordinación de capítulos nacionales y de los componentes de cada capítulo entre sí, en cada uno de esos escenarios, ha sido importante pero insuficiente.
Se necesita pasar a una organización continental más coherenciada y cohesionada, donde las partes piensen y actúen en términos más continentales e internacionales; con estructuras más ágiles, sustentadas en los consensos previos en torno a los principales ejes programáticos y de acción; con mayor vocación de delegación de lo acordado y asumido colectivamente, con iniciativas cada vez más abarcadoras del continente, con procedimientos y medio más dinámicos.
La CCB resistió embestidas fuertes y después de ellas ha seguido creciendo, aun en medio de una confrontación muy aguda a escala continental.
La estrategia revolucionaria común de la diversidad política, social y cultural (revolucionaria, anti-sistémica, antiimperialista, anticapitalista y pro-socialista) siempre ha sido necesaria para enfrentar la estrategia de dominación imperialista, oligárquica, partidocrática y mafiosa.
De ahí la importancia de la recuperación y actualización del proyecto emancipador de Bolívar y los próceres de Nuestra América contra el colonialismo español y el naciente imperialismo estadounidense.
Vivimos y sufrimos un proceso de recolonización neoliberal realmente bestial, que solo puede ser enfrentado con éxito en escala continental y mundial desde un nuevo proyecto bolivariano inspirado en la propuesta de Patria Grande liberada y socialismo; pasando por la democracia participativa como tránsito hacia él y logrando la derrota del neoliberalismo como modalidad decadente del capitalismo en crisis.
Pero “ahorita” --como ustedes dicen-- el paso a un movimiento que asuma esta estrategia de creación y ruptura es más imperioso que antes dada la contraofensiva imperialista, que en esta fase puede sintetizarse en el golpe de Estado en Honduras, en la instalación de cinco nuevas bases militares estadounidenses en Colombia (siete en total), en la cercana presencia de la IV Flota, y en el relanzamiento del Plan Colombia-Iniciativa Andina cara la conquista de la Amazonía y a la desestabilización-reversión de los proceso transformadores en Venezuela, Ecuador y Bolivia, y más recientemente la amenaza de golpe de Estado en Paraguay.
ABP CCS. La Coordinadora comienza recuperando el proyecto de Bolívar por la integración latinoamericana y en contra la intervención imperialista hace unos seis años. ¿Podrías hacer una breve evaluación de la trayectoria, los éxitos y desafíos?
NIC. La Coordinadora nació bajo la impronta de la audacia revolucionaria, dado que realizar en el 2003 la réplica de la Campaña Admirable del Libertador, cruzando en marcha desafiante desde Cartagena a Caracas por todo el territorio colombiano controlado por un Estado narco-paramilitar-terrorista, no fue cualquier cosa. Se trató de una señal muy elocuente de valor y firmeza.
Desde entonces la CCB asumió incluir todas las rebeldías y todas las formas de lucha desde una clara orientación antiimperialista, desde el combate multiforme al capitalismo neoliberal y a las corrompidas clases dominante-gobernantes del continente.
Puso en el centro de su accionar la consigna: “¡Ni un soldado yanqui en nuestra América!”
Asumió sin reservas la lucha por la libertad de todos los presos políticos en las cárceles del imperio y en las prisiones latino-caribeñas.
Desplegó la solidaridad con los mapuches de Chile y con todas las luchas de los pueblos originarios.
Desafió el chantaje respecto a la resistencia armada y civil en Colombia, denunció el régimen criminal de ese país y enfrentó la falacia de la supuesta lucha antiterrorista desplegada por el Estado más terrorista del planeta: el de los EEUU; incluyendo la denuncia del régimen de Uribe como su principal sucursal en esta región.
Reforzó la solidaridad con la revolución cubana, con le proceso bolivariano de Venezuela, con los gobiernos progresistas de la región, con el ALBA, Petrocaribe y Petroamérica.
Realizó dos Congresos de alta representatividad y profundos contenidos (2005 en Caracas y 2008 en Quito, Ecuador), abordando temas cruciales como la estrategia imperialista en la región, los planes militares de EEUU, la solidaridad, la cuestión medio-ambiental, el tema de género, los problemas de la juventud actual, los movimientos sociales en su relación con la política revolucionaria…
La CCB llevó a cabo las “Expediciones Antiimperialista de América del Sur, Puerto Rico y Haití a Quisqueya”, destacándose la “Expedición Bolívar-Petión”, que partió de Caracas a Santo Domingo, todos bajo el lema: ¡Ni un soldado yanqui en nuestra América!”
Se implantó en veinte países del continente y construyó brigadas internacionales en Europa y Australia.
Promovió en grande el ejemplo de Bolívar y los próceres de nuestra América, enarbolando con fuerza el proyecto de Patria Grande y Socialismo.
Honró, desafiando todos los estigmas y calumnias, a los comandantes Raúl Reyes y Manuel Marulanda a raíz de sus sentidos fallecimientos.
Resistió las embestidas represivas en México, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y República Dominicana con una firmeza y una dignidad espartana.
En buena medida, en su trayectoria, la CCB se diferenció de una izquierda lamentablemente ablandada.
ABP CCS. ¿Qué es el Bolivarianismo? Se podrían distinguir varios aspectos como la combinación de las formas de lucha, la igualdad como la ley de leyes, la búsqueda de una sociedad capaz de satisfacer las necesidades materiales y espirituales del pueblo (lo que Bolívar llamó “la mayor suma de felicidad”), la integración latinoamericana y el antiimperialismo. ¿Cómo se relacionan entre si, qué es lo principal y qué partes merecen ser resaltadas?
NIC. Es todo eso junto y mucho más.
Es democracia política, económica, social, cultural.
Es democracia participativa e integral.
Es suma de soberanía en una soberanía mayor, que las incorpora a todas y respeta sus identidades.
Es alborada socialista, dado que Bolívar remontó el liberalismo y defendió un proyecto de emancipación nacional y social sumamente avanzado para su época.
Es unidad de diversidades y combate continental multifacético para desterrar la recolonización neoliberal inseparable del capitalismo actual.
Es antiimperialismo y, por tanto, anticapitalismo.
ABP CCS. ¿Puedes explicar la diferencia entre movimiento y coordinadora por un lado, y partido por otro? También, ¿cómo ves la diferencia y los posibles vínculos entre el Movimiento Continental Bolivariano y el ALBA, un proyecto paralelo de integración?
NIC. La CCB ha sido coordinación de partes, de capítulos nacionales y de los componentes dentro de esos capítulos.
El Movimiento procurará que la diversidad se exprese en un torrente más cohesionado y coherenciado como ya dije, más compacto, más continentalmente conducido.
En el MCB el conjunto predominará más sobre las partes y sus componentes provenientes de la Coordinadora y los incorporados a raíz del próximo Congreso Constitutivo y en su devenir.
El Movimiento reforzará las características político-sociales y político-culturales de su composición y sus definiciones.
En él deberá predominar la democracia que emana de los consensos producidos por sus diversos componentes nacionales, sociales, culturales, liderazgos sociales y políticos, científicos e intelectuales… bajo una dirección central que la respete y asuma la conducción en términos continentales e internacionales.
El proyecto Patria Grande Liberada será todavía más dominante.
Los partidos conocidos son de circunscripción nacional, expresiones políticas clasistas (buenas y malas, revolucionarias y reaccionarias), en no pocos casos orgánicamente separadas de los movimientos y organizaciones sociales y culturales. Nuestro movimiento será continental y más allá, y a la vez político-social y pluricultural.
Los partidos del sistema, por demás, son fuerzas cada vez mas privatizadas, secuestradas por partidocracias corruptas, grandes empresarios y grupos mafiosos. Nada que ver tendrá lo nuestro con esa derivada, sino todo lo contrario.
Es un gran desafío porque va mucho más allá de los ensayos de este tipo dentro de las fronteras nacionales, para proponerse una construcción transnacional, transcontinental.
El propósito es ambicioso y apenas comienza esta nueva experiencia. La vida nos enseñará, en permanentes pruebas derivadas de los errores y los aciertos, a ajustar y corregir rumbo, a avanzar persistentemente con la idea de hacer posible lo aparentemente imposible pero absolutamente necesario.
El ALBA es una alianza de carácter político, económico y cultural entre estados y gobiernos revolucionarios y progresistas, ciertamente abierta a los movimientos sociales. El ALBA creó acertadamente su Consejo de Movimientos Sociales con rango parecido al consejo de gobiernos. Resume así un proyecto integrador que supera lo simplemente estatal y comercial. Eso es muy positivo y el MCB deberá darle apoyo y procurar forma de participación en el Consejo de Movimientos Sociales y en proyectos extra-gubernamentales apoyados por el ALBA. Mientras más sostén y participación del pueblo se le de al ALBA, mucho mejor será ese formidable instrumento integrador.
El territorio actual del ALBA se limita a nueve países de la región y algunas otras iniciativas de carácter no gubernamental en otros países. No contempla participación de partidos y movimientos políticos revolucionarios en sus mecanismos.
El MCB no será un espacio pro estatal-gubernamental, no depende de ningún estado o gobierno por avanzado que sea. Es un movimiento independiente, revolucionario, celoso de su autonomía y no sujeto a intereses de Estado (ni donde hay gobiernos progresistas que apoyamos, ni donde continúa el imperio de las derechas y la recolonización neoliberal). Incluye partidos y movimientos políticos revolucionarios junto a organizaciones sociales, culturales, individualidades y liderazgos diversos. Su escenario de acción es todo el continente y más allá, en procura de la profundización de los procesos transformadores y de las reformas avanzadas, en interés de contribuir a producir los cambios políticos avanzados donde no se han logrado; todo esto en dirección a llevar a cabo las nuevas revoluciones y la emancipación política y social de la Patria Grande, en dirección a las transiciones revolucionarias hacia el socialismo.
ALBA y MCB son dos expresiones de unidad distintas, que pueden completarse entre sí y con otras, que no tienen que ser paralelas si no convergentes.
ABP CCS. Los revolucionarios rechazamos las últimas embestidas del imperialismo --las nuevas bases militares en Colombia y Panamá, el golpe de estado en Honduras, etcétera. Mas éstas son también síntoma de la desesperación del imperialismo. Como con cualquier agudización de la crisis del capitalismo, también es posible que la salida de ésta se convierta en un paso adelante para nosotros. ¿Podrías comentar sobre la perspectiva de la eliminación total del imperialismo yanqui en el continente en un futuro no tan lejano?
NIC. Síntomas de desesperación dentro de su decadencia. Pero, en fin, síntomas peligrosos.
La bestia herida se torna cada vez más agresiva. No es accidental que esto esté pasando después de algunos exagerar ilusoriamente el significado de la victoria de Obama.
El imperialismo no es simplemente un presidente. El presidente de EU en esta fase imperialista a lo sumo puede matizar las iniciativas del imperio decadente y militarizado, imprimirle uno u otro estilo, esto es, intentar matarnos con cierta suavidad o con cierta o gran con dureza.
El capitalismo y el imperialismo, y muy especialmente el estadounidense (que es el centro del sistema) están en crisis mayor.
Toda la civilización burguesa está en crisis.
El imperialismo, repito, está en decadencia y altamente militarizado, en busca de afianzar su hegemonía resquebrada y superar sus carencias estratégicas.
De ahí su alta agresividad y la contra-ofensiva descrita en los acontecimiento a que hace referencia esta pregunta y que también mencioné más arriba.
En Honduras no se han salido con la suya porque la resistencia popular ha sido formidable.
Esa es la constante fundamental y el principal valor de la actual ola de cambios. Los pueblos, aun con escasas conformaciones de vanguardia, no están dispuestos a transigir con la ignominia. Resisten con dignidad y se rebelan altivamente. Mientras el imperialismo, aun en grandes dificultades, persiste en sus designios avasallantes y amplia su accionar contra las reformas avanzadas y las perspectivas de revolución.
El imperialismo y sus aliados están empantanados en Honduras, pero se proponen golpear en Paraguay y no desisten de desestabilizar Venezuela, Ecuador, Bolivia… con la ayuda del régimen de Uribe, del paramilitarismo y sus bases militares. No abandonan su intención de estrangular a Cuba y derrotar su revolución de mil maneras.
No han podido con la heroica insurgencia colombiana, pero siguen intentando agredirla en mayor escala y con poderosas técnicas de exterminio.
Así son.
La crisis no basta para derrotarlo. La crisis capitalistas son oportunidades para hacer revoluciones y las grandes crisis son grandes oportunidades. Solo eso, pues ellas por sí solas no generan los cambios revolucionarios.
Hay que crear y desarrollar las fuerzas capaces de derrotar todas sus estrategias, con iniciativas en todos los terrenos.
Eso no tiene tiempo.
Ahora vivimos una gran oportunidad para lograrlo.
Esta es una época propicia para grandes cambios.
La crisis, repito, es una gran oportunidad, y la ola está en marcha. El “fantasma” de Bolívar camina por toda nuestra América.
Todo va a depender de lo que juntos logremos hacer.
Las revoluciones, menos aun una revolución continental, no caen del cielo.
Hay que ponerlas en marcha, crearlas, desarrollarlas.
Solo una victoria total podría eliminar al imperialismo para entonces avanzar hacia la justicia plena. Aceleremos el paso para que sea lo antes posible y concluya esta tragedia.

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