sábado, noviembre 07, 2009

Comicios de carcajadas en Afganistán


Es trágico para los afganos, pero los comicios presidenciales del país centroasiático mueven a carcajadas. Hubo fraude. Abierto y denunciado.
Oficialmente se declaró presidente a Hamid Karzai, un político designado por Estados Unidos al puesto desde la ocupación militar norteamericana del país.
Karzai sonríe satisfecho y le promete a la oposición que va a hacer un Gobierno con cierta repartición.
Imagino que en este mandato “legal” es tan ilegal como el anterior, pero nadie va a luchar desde la oposición por la anulación de las elecciones ni nada por el estilo.
Abdulá Abdulá, ex ministro de Relaciones Exteriores del mismo Karzai y socio cercano hasta hace poco, ahora lo acusa de haber cometido fraude y se retiró de la segunda vuelta o balotaje, como se le llama ahora, sin pelear.
No le conviene.
Es mejor estar en paz con el “Presidente” y con los norteamericanos que enzarzarse en conflictos públicos, porque puede quedar fuera de los negocios y es mejor estar dentro, sobre todo respecto a la producción de opio, que ha crecido enormemente ante las narices y la complicidad de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN, que posiblemente estén compartiendo las utilidades.
Abdulá no es enemigo de Karzai ni de los norteamericanos ni de la OTAN. El único contrario que los amenaza a todos es el Talibán, que aumenta cada día sus operaciones y causa hoy diez bajas mortales estadounidenses, tres canadienses, cuatro británicos y de algunos otros socios que se sumaron a la aventura fantasmagórica de meterse en la ratonera afgana.
Lo único que parece hacer Estados Unidos es enviar aviones tipo Drone, sin piloto, a bombardear el territorio paquistaní, donde supone que se adiestran, se abastecen y se esconden los talibanes, y las bombas y cohetes caen sobre la población civil. Nadie ha podido contar los muertos y heridos inocentes causados por la aviación norteamericana.
Las elecciones afganas se realizaron en medio de la guerra, sin garantías de ningún tipo, con amenazas de fraude porque Karzai quería seguir siendo presidente y “ayudar” a los norteamericanos a someter a un pueblo dispuesto a todo para eliminar la presencia extranjera en su territorio. Lo logró, pero no puede evitar hacer reír por esos comicios de comedia. Ni detener la resistencia.

Joaquín Rivery Tur
Colaborador de Radio Rebelde

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