miércoles, abril 08, 2009

Si somos pocos a producir y muchos a repartir, nos toca poco


Yo muchas veces pienso que determinados funcionarios le estarían prestando más servicios a la colectividad sembrando lechuga que en un departamento del Estado sentados en un buró sin hacer nada (APLAUSOS), porque es una cosa terrible pensar en lo antieconómico y en lo nocivo que resultan a la economía del país hombres que no producen, que realmente no producen y que, en cambio, estén consumiendo.
Por ejemplo, un médico está curando, un maestro está enseñando, otros están tomando otras disposiciones, otros están haciendo determinados trámites que son necesarios dentro del Estado; pero, realmente, el tipo de funcionario que no haga nada, que no preste un servicio útil, que está ahí, resulta antieconómico, porque el arroz que come lo siembra alguien, los zapatos que se pone los fabrica alguien, la ropa que se pone la fabrica alguien, las medicinas que se toma las produce alguien, todos los servicios que va recibiendo: el pan, la leche, la carne, todo, alguien lo produce y, sin embargo, él no produce nada (EXCLAMACIONES DE: "¡Que salga!").
Ya yo decía que hay muchos casos. Esos casos del hombre que lo han situado allí en un trabajo donde no desempeña nada resulta antieconómico; mucho mejor es que él, a su vez, estuviese produciendo aunque fuesen pepinos para aquel que produce los zapatos, la ropa, la leche, la carne, en definitiva, que todos deberíamos estar haciendo algo útil, en la misma medida en que estamos recibiendo los servicios útiles de otros, porque todo lo que sea gastar y no producir es antieconómico, porque eso lo paga alguien, eso lo produce alguien, eso lo trabaja alguien.
Y la economía de un país, la organización social y política de un país, deben tender a eliminar todo lo que sea consumidores que no produzcan, o sea, poner a todos a producir, porque mientras más seamos a producir, más nos toca. Si somos pocos a producir y muchos a repartir, nos toca poco (APLAUSOS).
Y, claro, se encuentra uno una república organizada como está, colonizada por completo, atrasada por completo, y enderezar esto lleva tiempo, arreglar esto correctamente lleva tiempo, porque todo está no solo atravesado sino enredado; porque es el enredo de años y de siglos y cuando usted arregla por aquí se le desarregla por allá, y tiene que ir arreglándolo todo sin desarreglar nada, y a veces la menor medida crea inconvenientes

Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la asamblea de los fabricantes de calzado, el 7 de abril de 1959.

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