domingo, octubre 26, 2008

Islandia en bancarrota: Confiar en el capitalismo es lo peor ... pero típico de ciudadanos insensatos


Las quiebras nacionales acechan

Hungría y Bélgica pueden seguir los pasos de Islandia
Después de que Islandia se haya convertido en la primera gran víctima europea de la crisis financiera al reconocer que se encuentra a dos pasos de la “bancarrota nacional”, Hungría o Bélgica le siguen de cerca en la lista de damnificados en busca de socorro.
Islandia, un país de apenas 300.000 habitantes, se ha mostrado incapaz de salir del agujero por sí misma. Al borde de la bancarrota y con una moneda, la corona, que ha perdido la mitad de su valor desde principios de año y ha dejado de cotizarse en los mercados de divisas, el Gobierno islandés se ha visto obligado a nacionalizar a los bancos más importantes del país —Landsbanki, Glitnir y Kaupthing— y pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con las negociaciones en marcha, Reikiavik está a punto de anunciar un plan de rescate de 4.525 millones de euros del Fondo, respaldado por varios bancos centrales, como los de los países nórdicos y Japón.
Agobiada por la crisis financiera y por su enorme deuda externa, Hungría también ha pedido ayuda a organismos financieros internacionales. Las primeras respuestas de alivio han llegado desde el Banco Central Europeo y el Banco Central de Hungría, que acordaron facilitar liquidez en euros mediante un acuerdo de transacciones que permita a la entidad húngara tomar prestados hasta 5.000 millones de euros. El banco húngaro también intervino aumentando los tipos de interés del 8,5% al 11,5% para sostener su divisa, el forinto.
Ahora, la economía magiar busca ayuda del FMI para superar la tremenda incertidumbre financiera que vive con la depreciación de la moneda y la bolsa debido a la escasez de crédito.
En el caso de Bélgica, los rescates financieros de Dexia y Fortis han añadido unos 3.000 millones de euros a la ya amplia deuda del Gobierno. En septiembre, el Ejecutivo belga inyectó unos 2.000 millones a Dexia, de los 6.400 aportados en conjunto por Bélgica, Francia y Luxemburgo. A principios de octubre, el Gobierno también ayudó con 9.400 millones de euros a Fortis, aunque la venta por 8.300 millones de los activos de ABN Amro, que el gigante financiero belga adquirió el año pasado por 10.000 millones, deja el rescate en 1.100 millones de euros.
Según la agencia Moody’s, las ayudas a Dexia y Fortis ahondarán significativamente la deuda del Gobierno belga, que en 2007 fue de 281.000 millones de euros, equivalente al 84% del PIB, muy por encima del criterio del 60% del PIB establecido en Maastricht.

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