viernes, abril 25, 2008

El agente Kolar


Por Jean-Guy Allard

La administración Bush, cuya agenda anticubana ha fracasado estrepitosamente, ya no puede confiar en sus mercenarios de dentro y fuera de Cuba para desestabilizar a la Isla, por lo que ahora deposita sus esperanzas en las manos, no muy limpias, de un checo que es digno alumno de sus servicios especiales.
Seleccionado y reclutado por la CIA a finales de los años 80, Petr "Peter" Kolar, el embajador de la República Checa en Washington, pasó en menos de tres años de empleado de mantenimiento en un edificio y de carga sacos en el correo, a Investigador en Jefe del Instituto de los Estudios Estratégicos del Ministerio de la Defensa en Praga. Con un adelantón de su amigo Vaclav Havel, también conectado a la tubería de la inteligencia yanki.
Kolar emprende su fulminante carrera al derrumbarse el socialismo en lo que era Checoslovaquia, cuando es enviado a Washington para prepararse en sus nuevas tareas con un "training program", así lo dice textualmente su biografía oficial.
Se trata de un "programa de entrenamiento" del Woodrow Wilson International Center (WWIC), una institución fundada y mantenida por el propio gobierno de los Estados Unidos y con fuertes nexos con las dependencias de la inteligencia norteamericana.
¿Qué habrá estudiado, entonces, el agente Kolar en Washington?
Lo cierto es que de regreso en Praga, la conexión Havel lo encamina pronto hacia el Ministerio de Relaciones Exteriores donde subirá, de una intriga a la otra, a la velocidad de un cohete, hasta un puesto de viceministro.
Le quedaba a Washington cosechar la fruta.

LLEGA A WASHINGTON CON LA DEBACLE MAFIOSA

El 2 de diciembre del 2005, el doctor Kolar (ahora le dicen Doctor) presenta sus credenciales a George W. Bush. Ya conoce sus prioridades. Deja pasar el fin de año y el martes 17 de enero de 2006, está en Miami donde se reúne con los elementos mafiosos más recalcitrantes. En mayo, está listo para salir de estrella en un show anticubano.
Los conspiradores escogen las oficinas del Center for a Free Cuba, del connotado agente CIA Frank Calzón, para convocar a la prensa. Ahí Kolar ha invitado a otros representantes diplomáticos de ex países socialistas de Europa del Este, para lanzar lo que llama "una iniciativa de respaldo a la oposición interna en Cuba".
A su lado se encuentra el representante Lincoln Díaz-Balart, hijo de un ministro de la dictadura de Fulgencio Batista; el jefe del Plan Bush de anexión de Cuba, Caleb Mc Carry; Orlando Gutiérrez Boronat, terrorista reciclado en capo del Directorio Democrático Cubano; la muy subsidiada Sylvia Iriondo de MAR por Cuba; Ángel de Fana de Plantados hasta la Libertad y la Democracia, una asociación contrarrevolucionaria de ex reclusos y Mauricio Claver Carone, director del U.S.-Cuba Democracy PAC que se consagra a sobornar a congresistas.
Kolar no sospechaba en aquel momento que antes que terminara el año su tropa de conspiradores fuera dispersada por un huracán: un informe de la General Accountability Office (GAO) revelaba en diciembre cómo funcionarios de la USAID encubrieron el paradero de 65,4 millones de dólares malversados en beneficio de sus amistades de Miami y Washington.
Entre los sospechosos apuntados por el informe de la GAO, se encuentran dos de los mejores apoyos de Kolar: Frank Calzón y Gutiérrez-Boronat quienes recibieron subsidios millonarios.
El golpe es demasiado fuerte. Días más tarde, Adolfo Franco, el administrador de los fondos latinoamericanos de la USAID renuncia de urgencia a su puesto¼ para sumarse al equipo del candidato a la presidencia John McCain, casualmente un directivo del International Republican Institute (IRI), uno de los grandes beneficiarios de su generosidad.
Seguirán los trastornos en la USAID en los meses siguientes con más renuncias y una investigación policiaca que "explotó" hace unos días. Felipe Sixto, el ex brazo derecho de Calzón, que se escondía como asesor "especial" del presidente, fue señalado como autor de un jugoso desvío de recursos.
Otra actividad convocada por los "socios" de Kolar hace poco en el Hotel Biltmore, de Coral Gables, Miami, dejó claro el nuevo plan de subversión contra Cuba.
Reconociendo el aislamiento de Washington en su guerra sucia contra la Isla, el senador cubanoamericano Mel Martínez subrayó la necesidad de involucrar en la operación anticubana a "otros países".
Esto para recordar a los cubanos que "han sido entrenados a odiar" al gobierno de Estados Unidos, que este "no es su único aliado". José Cárdenas, el "interino"del estafador Franco en la USAID dijo que esa institución pronto comenzará a "seguir el modelo establecido por los países del bloque oriental de Europa en los años 90", confirmando que por ahí van a correr los millones.
La reunión mafiosa concluyó con un elocuente disparate del secretario de Comercio de EE.UU., Carlos M. Gutiérrez: para este ex ejecutivo millonario de una transnacional, hay que dirigir la atención hacia Cuba, "como ha sido con el Tíbet y Darfur", confesando la injerencia yanki en ambas crisis.
Mientras el embajador checo sancionaba tan absurdas orientaciones, su perspicaz socio Calzón no perdía el tiempo en un show inútil. Esperaba en el bien llamado aeropuerto Dulles de Washington el próximo vuelo para Praga.
Ya sabía que, de ahora en adelante, el sustituto Cárdenas favorecerá la capital checa para distribuir los millones de la USAID.
Vaclav Havel, por su parte, acaba de inaugurar el 16 de abril, en Bruselas, otra organización para "promover la democracia", detrás de la cual aparece la mano larga de los padrinos de la subversión en Cuba.
Basta saber que la coordinadora del "nuevo" programa es la checa Kristina Prunerova, de People in Need, un grupo fundado en Praga por la CIA y fuertemente subsidiado por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), otra dependencia de la Agencia.
En Miami, los grupúsculos que se alimentan desde hace décadas de las cruzadas anticubanas del gobierno federal, están ahora en estado de choque ante el Plan Kolar y van preguntándose cómo conectarse a este entramado subversivo que favorece a supuestas ONG europeas, satélites de la USAID, de la NED y otros canalizadores.
Con su viaje a Praga, el mercenario Frank Calzón dio la arrancada. Detrás vendrán todos sus semejantes a amarrar nuevas vías de financiamiento, por lo que la cola se anuncia larga.

Fuente: Granma

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