lunes, marzo 31, 2008

De socialismo desarrollado a capitalismo salvaje


Piotr Simonenko, primer secretario del Partido Comunista de Ucrania, conversa con Granma sobre distintas facetas del proceso que ha vivido su país, a 16 años del derrumbe socialista

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ
elson.cp@granma.cip.cu

Una evaluación de lo que es Ucrania. El papel del Partido Comunista que estuvo por décadas en el poder y ahora desarrolla su actividad en la oposición. Los retos y peligros de aquella sociedad están en el diálogo con Granma de Piotr Simonenko, primer secretario de esa agrupación política, que llegó a tener tres millones de afiliados.
“Ucrania ha perdido dos tercios de su potencial económico”, afirma Piotr Simonenko.
Bush de visita en Ucrania. La OTAN abriendo las puertas para que Kiev se sume a su membresía. ¿Qué opina sobre estos hechos?
Junto a otras fuerzas de izquierda y con el pueblo, hemos organizado un gran mitin de rechazo a la presencia del mandatario norteamericano. No podemos permitir que ese hombre decida nuestro destino y nos lleve a ingresar a la OTAN. También hemos organizado una conferencia internacional para que nuestro pueblo conozca las consecuencias que acarreará si el país ingresa a ese bloque.
¿Para dar ese paso haría falta un referendo aprobatorio?
La legislación de Ucrania no establece que haya que realizar necesariamente un referendo para decidir el ingreso a la OTAN.
Pero en las condiciones actuales, en que el pueblo mayoritariamente se manifiesta en contra de esa medida, y por otro lado el presidente y sus partidarios apoyan el ingreso, nosotros hemos propuesto resolver esa situación de manera pacífica, a través del referendo.
Es una situación paradójica. Según todos los sondeos realizados, hay dos tercios de la población contrarios a la integración a la OTAN y, sin embargo, los grupos de poder piden la membresía.
No olvidemos que lo que planea Estados Unidos es establecer una especie de cinturón sanitario en Europa del este, donde estén, en esa línea de enfrentamiento, los países bálticos, Polonia, la República Checa, Hungría, Bulgaria, Georgia y Ucrania. Sería una especie de cerco contra Rusia.
También Washington está llevando a Europa a compartir su peligrosa aventura en el Oriente Medio. En ambos aspectos, nuestra posición es que Ucrania se deslinde de este bloque pronorteamericano, y que sea independiente, neutral.
¿Tiene suficiente peso el Partido Comunista como para influir en esa dirección?
Aunque sufrimos los distintos síndromes propios del derrumbe socialista y la desintegración de la Unión Soviética, y de tres millones de militantes hoy tenemos unos 100 000, el Partido se ha renovado, contamos con una estructura fuerte, medios de difusión propios.
¿Qué percibe la población de la nueva realidad?
Vivimos tiempos de mucha presión, incluso se percibía hasta un rechazo a los comunistas y no pocos nos creían enemigos del pueblo.
Fueron años en que quedaron destruidas todas las estructuras de la organización, y este proceso, desgraciadamente, estuvo caracterizado y acompañado por la traición de muchos miembros del partido.
No olvidemos que ya, en época de Gorbachov, en la Unión Soviética comenzó a crearse una verdadera quinta columna apoyada política y financieramente por Estados Unidos para destruir, en primer lugar, a los partidos comunistas que estaban en el poder.
Ahora bien, ¿qué se observa a lo largo de estos más de 16 años de paso del socialismo desarrollado al capitalismo salvaje?
Digamos que en 1990 Ucrania formaba parte de los países más desarrollados del mundo. Teníamos entonces unos 50 millones de habitantes, y, como promedio, por cada persona se producían una tonelada de acero y una tonelada de cereales. Son dos índices que demuestran que el país era una potencia económica.
Tenía una metalurgia muy fuerte, una producción muy alta de maquinaria pesada y electrónica. Había fomentado la industria coheteril, la construcción de buques, y éramos el único país de Europa con nueve as-tilleros de importancia.
Hoy la realidad es totalmente distinta. El capitalismo se impuso bajo la presión de Estados Unidos a través del FMI, el BM, y otras instituciones que han exigido reformas, y se ha destruido la propiedad estatal, que prácticamente fue regalada a privados que hoy son los oligarcas.
Como resultado de ello hemos perdido dos tercios del potencial económico de Ucrania y desaparecieron por completo varias esferas de la economía.
En lo que se refiere a la política exterior, Ucrania dejó de ser un participante activo en las negociaciones internacionales y de Europa. Se han agudizado las relaciones con Rusia. Es decir, el país ha perdido la independencia de su política externa, ahora supeditada a los intereses de Estados Unidos.
En esta perspectiva, es muy peligroso el hecho de que nos utilicen para enrarecer las relaciones de la Comunidad Europea con Rusia.
¿En cuanto a Cuba, cómo evalúa las relaciones?
A Cuba agradecemos cuanto ha hecho en defensa de su socialismo y como ejemplo de solidaridad humana. El plan con los niños afectados por el accidente nuclear de Chernobil es un ejemplo de ello.
Hemos visto el trabajo del Partido para unir a todos sus militantes y al pueblo, y fortalecer su cohesión e ideología. Nuestro Partido apoya a Cuba en su lucha contra el bloqueo norteamericano y trabajará porque se amplíe el comercio y las relaciones de todo tipo entre Kiev y la Habana.

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