lunes, enero 07, 2008

La "brasa social" aún sigue ardiendo

Jóvenes de los suburbios de París se amotinan contra la policía

Como adelantábamos en el anterior LVO, la apertura de negociaciones por empresa el 21/11 fue la excusa utilizada por la burocracia sindical de todos los sindicatos del transporte para levantar la huelga. Un verdadera traición. La tenacidad de la base mantuvo paralizado el sistema ferroviario nacional, el metro y el transporte colectivo de la región parisina durante nueve días. Pero la ausencia de una alternativa a la colaboración de las direcciones sindicales con la contra-reforma capitalista impidió que la lucha siguiera y las asambleas votaron la vuelta al trabajo. El salto colaboracionista de la CGT de Thibault fue esencial. “Debemos salvar al soldado Thibault”, resumía Sarkozy su entente con el mandamás de la CGT dándole tiempo a éste para que convenciera a la base de la futilidad de una pelea larga. De esta manera el gobierno de “derecha dura” obtuvo una victoria en el primer test de fuerza con el movimiento de masas. Es fundamental que los trabajadores saquen las lecciones de este combate y se preparen para superar a la burocracia sindical, primer paso para plantearse la posibilidad de derrotar a Sarkozy y su plan en los próximos enfrentamientos que inevitablemente van a venir. Sin embargo a pesar de este avance importante del gobierno, el panorama social en Francia dista mucho aún de estar calmo. La continuidad de la lucha estudiantil y el estallido de un motín de los jóvenes en algunas localidades de las periferias (banlieues) de París son los actuales frentes de batalla.
Grupos de jóvenes han protagonizado durante dos noches una revuelta localizada contra las fuerzas de represión en Villiers-Le-Bel y otras localidades vecinas tras la muerte de dos adolescentes de 15 y 16 años, Larami y Mouhsin, que viajaban en moto y chocaron con un coche policial. La expresión de rabia fue tal que una comisaría fue quemada y otra saqueada además de ser heridos más de 82 policías y de la destrucción de varios locales comerciales. Estos enfrentamientos recuerdan el levantamiento de las banlieues de 2005 que conmocionó por días la periferia de París y otras ciudades de Francia. Al día de hoy, no se ha extendido como aquel episodio, aunque las condiciones están latentes. Es que dos años más tarde nada ha cambiado sino que ha empeorado. Todos los indicadores de precariedad, desempleo, miseria y violencia han subido. La marginación y el racismo sobre estos jóvenes franceses de padres de origen árabe-musulmán en su mayoría que se expresa cotidianamente, partiendo de la escuela pasando por los trenes para ir a trabajar o estudiar y en los lugares de trabajo (cuando logran tener uno) se ha profundizado y nadie espera la más mínima solución del presidente Sarkozy que llamó a estos jóvenes “lacras”(“racaille”) cuando era ministro de Interior del anterior gobierno. También se han endurecido las medidas de represión, así como la determinación y la preparación de los jóvenes en sus enfrentamientos con las fuerzas del orden, siendo los enfrentamientos de estos días (aunque reducidos) más violentos que durante las tres semanas de hace dos años. Le Monde del 28/11 en una nota titulada “Banlieues: escenas de guerrilla urbana en Villiers-Le-Bel” lo describe así: “Ni bien prendieron las luces, los jóvenes los atacaron con ladrillos, fuegos de artificio, cohetes ’mamouth’ - de los grandes. Cada vez que un policía es alcanzado, los pibes lo festejan, brazos levantados. El mismo grito de victoria se escucha cuando retroceden. Sobre los techos de los autos, se sacan fotos con los celulares. ’Atrapar un policía’, un ’rata’, un ’cerdo’: durante tres horas un puñado de menores repetían las consignas: ’Quedémonos agrupados!’, ’Solidarios, los pibes!’. Y los amotinados, disciplinados, siguen las consignas. Los ’pequeños’ - algunos con no más de diez años - hacen de espías. Corren a los policías y tiran Cócteles Molotov; los más grandes esperan que el camino esté libre para incendiar autos y tiendas, se aprovisionan en los reservatorios de tres autos ‘del barrio’ donde se llenan las garrafas y enseguida las botellas de vidrio. Un joven vigoroso vestido de negro, con un walkie-talkie conectado a una frecuencia de onda de la policía, guía al equipo.” Los jóvenes no están solos en los barrios: “Algunas mujeres tiran agua de los balcones para aliviar los ojos rojos de sus ’hijos’. Cuando la policía ataca, algunos pisos no dudan en tirarles piedras. En el suelo, todas las armas son buenas: agarraderas, una espada, un fusil... Pero la mayoría pelea con bastones de madera o barras de hierro que agarran en los canteros de obra. Se aprovisionan de botellas en los depósitos de vidrio para reciclaje”. Por quienes sí han sido abandonados es por las organizaciones oficiales de la izquierda, el PS y el PC y la cúpula de los sindicatos. Tanto como en 2005, las direcciones de las organizaciones sindicales y políticas de centroizquierda están del lado de la policía, o en el mejor de los casos pide que la tropa reprima en forma “republicana”. Como en 2005 cuando se decretó el estado de emergencia, la represión dirigida contra los jóvenes de Villiers-le-Bel, que enfrentaron durante dos noche a mil efectivos de policía respaldados por helicópteros, es un golpe dirigido al conjunto de nuestra clase y de la juventud. Por eso es fundamental que los trabajadores y los estudiantes tomen las reinvidaciones de los jóvenes de las banlieues como propias. La extrema izquierda tendría que estar en primera línea para llevar adelante esta batalla. La única forma de que la rabia de los jóvenes se desarrolle por canales clasistas y no en acciones aisladas cuyo blanco no sean solamente las fuerzas de policía, es que al menos una fracción de la vanguardia obrera que luchó en las últimas semanas y que está cotidianamente en contacto con ellos, en las escuelas, en los trenes, demuestre a estos jóvenes ghetizados y marginados por el Estado, sus tribunales, su policía, sus instituciones, que su lucha es la misma, que el blanco del odio de clase no puede ser quemar una biblioteca comunal o saquear la estación de tren, sino la burguesía, su Estado y su brazo armado. Es necesario que ahora mismo las asambleas estudiantiles y las nuevas marchas previstas tengan como consigna: “¡Basta de represión a nuestros hermanos de clase, los jóvenes de la banlieue! ¡Por una comisión investigadora independiente de las organizaciones obreras y estudiantiles para indagar sobre la muerte de Larami y Mouhsin!”.

Continúa la lucha de los estudiantes

Con el fin de la huelga de los trabajadores de los transportes la pregunta en el aire entre los estudiantes movilizados era “¿podremos seguir en lucha y quizás obtener la victoria?” La primera parte de la pregunta empezaría a ser contestada en las asambleas del inicio de la semana por el hecho de que se votara o no la continuidad de los piquetes de huelga. Estas asambleas demostraron que el movimiento estudiantil sigue en pie y quiere seguir: la continuidad de los piquetes y de la huelga fueron votadas en la amplia mayoría de las asambleas de las que tuvimos noticia al cierre de esta nota. Las marchas de la jornada del martes llamadas por la Coordinadora Nacional y sin la presencia de la UNEF (Federación Nacional) fueron sensiblemente más grandes que las anteriores marchas estudiantiles (aunque todavía no son masivas como durante la lucha contra el CPE en 2006), reuniendo a decenas de miles de estudiantes en toda Francia. Pero la gran novedad que vino a alentar la lucha en contra de la ley de autonomía de las universidades fue la entrada de los secundarios, con una rapidez impresionante. Este martes ya eran más de 150 colegios bloqueados en todo país y los secundarios fueron parte importante en las movilizaciones. Esto, sumado a las más de 40 universidades bloqueadas y de otras 20 con niveles variados de movilización y con un inicio de movilización entre los docentes y empleados de la educación, compone todavía un cuadro bastante convulsivo en el sistema educacional francés.

Enfrentamiento físico en Tolbiac

Pero también la polarización que ya había dado muestras las semanas anteriores, entre estudiantes huelguistas y rompe-huelgas volvió a aparecer, alentada por la dirección de la universidad, en un incidente de la Facultad de Tolbiac, una de las más movilizadas de la región parisina. La dirección de la universidad envió mails a los estudiantes anunciando que si no se retomaban las clases este lunes 26/11, el cuatrimestre no podría ser validado en la fecha prevista, y los estudiantes tendrían que rendir los exámenes en septiembre, perdiendo así la posibilidad de una segunda tanda de exámenes (para los que no aprobaron la primera) que se hace normalmente en esa época. Era una clara invitación a que los anti-huelga vinieran a tratar de romper los piquetes. Para completar, las puertas en las que siempre hay un control en la entrada para permitir que sólo entren los estudiantes de Tolbiac, este lunes estaban abiertas a los rompe-huelgas de otras partes. Resultado: enfrentamiento físico entre varios centenares de estudiantes, con al menos una decena de heridos. Pero a pesar de todo, el piquete se mantuvo.

La UNEF: ¿preparando su pasaje definitivo “al otro lado”?

Mientras tanto, la UNEF -que el fin de semana se retiró de la Coordinadora Nacional luego de que un buen número de sus delegados, electos a través de fraudes, no fueran reconocidos por la coordinadora- se sentó a negociar este martes con la ministra Pecresse, no sobre la ley, ya que afirma que “la ley es un hecho”, sino sobre los millones de euros anuales que la ministra anuncia que el Estado va invertir en los próximos cinco años en la Universidad, como concesión para parar al movimiento. La dirección de la UNEF, luego de esta negociación con el gobierno, rechazada por el movimiento estudiantil en lucha, cuya consigna es “No a la negociación sin derogación” de la ley de autonomía universitaria, afirmó que hay “avances importantes que deben ser tomados en cuenta en las asambleas” y que ella misma está estudiando qué posición va a tener en relación a la movilización.

“Universidad en venta”

El comité de movilización de la Universidad de Evry puso un anuncio en la página web de remates eBay que dice “Se vende, buen estado, modelo reciente (20 años) (...) cerca de 10.300 estudiantes, precarios y al servicio de vuestras empresas (...) 377 empleados no docentes, la mayoría con contratos de remuneracion light (con gran facilidad de despidos), más de 1.600 docentes, la mayoría con contrato temporario, a un precio promocional para vehicular vuestra cultura de empresa”. El anuncio recomienda la instalación de un “filtro de inscripción” y aclara que no hay posibilidad de entrega, que “el comprador viene a buscar el producto”. Las ofertas ya pasaron de 37 euros a diez millones de euros en su día de lanzamiento!!!

Juan Chingo
LVO 261

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