Comenzaría por decir que Ernesto Guevara de la Serna nunca trabajó para ser una “imagen en una franela”, como diría, en estos días, un joven en la Asamblea Nacional. Ernesto Guevara trabajó toda su vida para ser ejemplo, para si mismo y para quienes quisieran compartir su experiencia.
Tal vez lo que más le duele a los reaccionarios y contrarrevolucionarios de toda laya, es que, cuando estamos próximos a conmemorar el 40 aniversario de su asesinato, Ernesto Guevara le continua hablando a la juventud latinoamericana como lo hizo al inicio de los años sesenta.
Vamos a demostrar la vigencia de su pensamiento tomando algunas de sus intervenciones para fertilizar el debate político que desarrolla actualmente la juventud en la República Bolivariana de Venezuela.
Hablar a la juventud es una tarea muy grande.
Consideraba Ernesto Che Guevara, que lo grande de la tarea de hablarle a la juventud estaba en sintonizar el discurso con la acción. Muchas veces, nos decía el Che, desde nuestra posición de persona adulta, pretendemos transmitir nuestros esfuerzos y afanes, sin tomar en cuenta que muchos de ellos se estrellan ante la realidad diaria.
Esta limitación el Che Guevara la superó magistralmente, apoyándose en el legado del Apóstol José Martí, quien dijo: “la mejor forma de decir es hacer”. En lugar de pretender dictar cátedra sobre ética revolucionaria, pensamiento político, cultura organizacional, etc., el Che predicó con el ejemplo.
Es imposible conseguir alguna idea, propuesta o exigencia que el Che nos hiciera, que no estuviese acompañada, o mejor dicho, precedida por un estricto cumplimiento de su parte.
Los y las jóvenes como vanguardia.
El difícil trabajo de transformar la sociedad exige de una disposición a romper con el pasado, para poder construir el futuro que debe contar con la fuerza de la juventud en función del compromiso social.
Para el Che, los jóvenes deben ser vanguardia. Deben ser los primeros en el estudio, los primeros en el trabajo, los primeros en la defensa del país. Dijo el Che, “Deben estar dispuestos para los sacrificios que la revolución demande, cualquiera que sea la índole de estos sacrificios”
La tarea organizativa como labor fundamental.
Construir la vanguardia exige que la tarea organizativa esté presente en toda iniciativa que impulse la juventud.
El Che dijo, “si no existe organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia, van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo y acaban por ser simplemente un recuerdo”.
Esa organización debe ser creativa. Si bien la juventud debe nutrirse de las experiencias; nos decía El Che, “debe escuchar siempre –con respeto- la voz de esa experiencia”, no puede ser “demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios”.
La creatividad y la espontaneidad de la juventud será el antídoto que la proteja del sectarismo, que, en opinión del Che “condujo a la copia mecánica, a los análisis formales, a la separación entre la dirigencia y las masas”
De no concretarse una organización eficiente, la juventud está condenada a convertirse en una suma de individualidades, en un “ejercito de generales”, que terminará tomando las consignas del gobierno revolucionario para convertirlas “en slogans groseros, en evidentes manifestaciones faltas de profundidad ideológica”.
El mejor ejemplo histórico de lo que no se debe hacer, lo vemos en esa juventud adocenada, que salió manipulada a defender los intereses de la oligarquía internacional, de una burguesía desarraigada y que ha acusado claramente su derrota estratégica por la fuerza de la juventud revolucionaria bolivariana.
Finalmente le preguntaríamos al Che, ¿cómo debe ser la juventud?
Para el Che, la juventud debe tener una “gran sensibilidad frente a la injusticia; espíritu inconforme cada vez que surge algo que está mal, lo haya dicho quien lo haya dicho. Plantearse todo lo que no se entienda; discutir y pedir aclaración de lo que no esté claro; declararle la guerra al formalismo, a todos los tipos de formalismos. Es decir: se plantea a todo joven comunista (yo diría socialista, revolucionario y bolivariano) debe ser esencialmente humano, ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano, purificar lo mejor del hombre por medio del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo, desarrollar al máximo la sensibilidad hasta sentirse angustiado cuando se asesina a un hombre en cualquier rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.”
Es por eso que decimos que hoy Ernesto Guevara de la Serna, “Ernestico”, como lo llamaban sus padres y nos lo recordó el Compañero Germán Sánchez Otero, a 79 años de su nacimiento, vive con fuerza en cada corazón revolucionario del mundo e inspira a las mentes comprometidas con el bienestar de los pueblos y la lucha antiimperialista, tal como hoy lo demuestra la juventud socialista bolivariana en el siglo XXI.
Con este humilde y sencillo acto, desde el Parlatino, nos sumamos a la iniciativa internacional del Año Jubilar del 80 Aniversario del natalicio del Comandante Ernesto Che Guevara, hasta el 14 de junio del 2008.
Hoy más que nunca estará presente nuestro Comandante Che, al lado de Chávez y Fidel gritando con fuerza: ¡¡¡ Hasta la Victoria Siempre !!!
Emil Guevara
Aporrea
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